jueves, 29 de marzo de 2012

Las preguntas tradicionales y las respuestas inesperadas


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Carlos López Dzur
TEXTOS SUELTOS / LIBROS DIVERSOS

Las preguntas tradicionales y las respuestas inesperadas


Por José Luis Chavarri

De Sandro Cohen leí su irónico Guión de Entrevista a Escritores. Se me ocurrió sorprender, con algunos de los puntos de su cuestionario de 24 temas, a un filósofo. Este decía en sus clases y en conversaciones privadas: «No hay preguntas tontas; lo que hay son respuestas desanimantes». Como preguntar no es un crimen y fui el más terco y presionante de sus alumnos, preguntas que huelen a obviedad o ingenuidad de parte de quien las hace, como son '¿por qué escribes y para quién?; 'Para ti, ¿escribir es una profesión, un oficio o una afición?', '¿Tienes algún método para escribir?', ' Para escribir, ¿tienes algún horario o rutina?','¿Haces manuscritos o trabajas en computadora?'. etc, las incluí en este ejercicio que juntos ensayamos.

«Después de todo, la filosofía, como mayéutica y dyada, se basa en preguntar y responder», me decía.

Para que Carlos López Dzur, mi entrevistado, no creyera que fue una pérdida de tiempo o chanza distractora, ofrecí que transcribiría sus respuestas grabadas, daría evidencia material del proyecto y además transformaría en un vídeo lo comenzado. No obstante, necesité mayores elementos, su tiempo y libros leídos de su obra, lo que no había hecho y López sabía. Con una sonrisilla maliciosa, desautorizaba que no había leído nada suyo y que, por tanto, sin ese interés todo es promesa y palabrería que se lleva el aire.

—¿Qué libros suyos me recomendaría y que están disponibles?

—De una u otra forma, todos mis libros están disponibles. Los doy gratis. Los subo al internet desde hace casi 20 años. Animo a la gente a leer, a enlazar, a comentar... y yo creo que sólo académicamente hay lecturas obligadas y un orden para cumplirlas al servirnos de los grandes literatos, filósofos, historiadores y científicos. Leer a conciencia y con el emplazamiento del currículo.

De mí se puede leer lo que se quiera, a gusto y capricho, cuando se pueda, o esté disponible. Nadie obliga que se me lea. Cuando se haga será por el placer, deseo voluntario, como debe ser para quienes no somos autoritarios ni porque se nos pague un libro.

—Eres una persona que ha sido entrenada en la lectura y discusión de filósofos del pasado y de los contemporáneos, das tu propia exégesis sobre ellos. ¿Escribir es una forma de conocimiento?

—Escribir, leer, vivir, viajar, sufrir... todo ayuda a conocer dos cosas que son la naturaleza humana: vocación sosegada por lo individual de sí mismo y, dos, conciencia creciente del entorno que nos enfrenta al ambiente, a lo social, amarga o creativamente.

—¿Por qué tiene que ser amargo el encuentro al entorno?

—No tiene que serlo. El hombre trabajador y pobre lo experimenta así; la clase media, manada. se ajusta a lo que sea. El creador entiende debe darse una explotación o enfrentamiento creativo, empático y solidario, aún cuando salten a la vista los visos amargantes ante lo percibimdo o sentimdo. Caemos en cuenta que el mundo está muy jodido. ¿Y qué origina tal amargura? ¿Por qué la internalizamos? Está ahí, pero no es dada metafísicamente. La hicimos, la permitimos y se manifiesta como la ausencia de solidaridad, la violencia, el deterioro del entorno y de las relaciones humanas... ¡Yo, como escritor, no brinco de gusto al ver ésto, aunque yo en soledad ni pueda resolverlo ni negarlo!

—¿Hay algún episodio o persona de la vida real que te haya impulsado a escribir?

—Episodios que hayan acelerado mi inclinación a escribir, a explicarme el mundo política y éticamente, mencionaría el Caso del Cerro Maravilla, cuando la policía colonial de Puerto Rico, bajo el Gobernador Romero Barceló, entrampa y asesina dos jóvenes universitarios de mi generación. Mi admiración por personas que han estado cercado de mí, las actitudes de mis padres y educadores, desde la adolescencia al presente. influyen positivamente.

—¿Cuándo descubriste que eras escritor? ¿Cómo escribiste tus primeros textos?

—Cuando me encuentro en medio de un proceso de Huelga Universitaria en la Universidad de Puerto Rico en los '70 y de los asesinatos de Antonia Martínez Lagares, adicionados los dos jóvenes miertos en el Cerro Maravilla, cuando vinculo estos hechos en mi primer proyecto de novela y siento intensamente, como joven maduro, universitario, los episodios tan diversos como son el enriquecimiento de las compañías extranjeras en Puerto Rico por el Código Tributario 936, que las excluye de pagar impuestos, cuando los bancos crecen y lucran desmesuradamente, a tenor con ese tipo de economía voraz y extranjerizante de los '70, yo me descubro como narrador. Tengo que recoger esos hechos, crear símbolos y crónicas con ellos, documentar y pintar la sicología y la tragedia, mi época de despertar ciudadano... Entonces, me entretuvo una novela, mi género favorito. Haría una como Las hienas o ensayos novelados y previos, donde las figuras trágicas o antíheroicas (Richard Nixon, Romero Barceló, Rafael Hernández Colón, el rector de la yupi Jaime Benítez, el Cardenal Luis Aponte, etc.), se contrapongan a figuras de sustancia y decencia, a patriotas, a Juan Mari Bras, y a los 'nacionalistas' (al bizuístas) liberados durante la Administración de Jimmy Carter en 1979.

Un episodio que marcó simbólicamente mi lenguaje y mi psiquis fue en 1978, poco antes de la Matanza en el Cerro Maravilla, el caso de la caída de Karl Wallenda. Se cayó desde una cuerda, en que se equilibraba con una vara en las manos. El viento lo tiró desde la tendida entre dos hoteles en San Juan, a la altura de un décimo piso y se mató el pobre equilibrista de circo... yo comencé, a partir de ese días, por varios años a trabajar una novela... y en 1980, la muerte de Luis Muñoz Marín, padre del Estado Libre Asociado, la Constitución colonial que rige la Isla, daba dimensión a su título «La Caída». Se cayó una máscara, un Estatua de Nabucodonorsor con pies de barro, una venda de los ojos.

Quizás eso contesta la segunda parte de la pregunta: ¿Cómo escribiste tus primeros textos? Mis primeros textos se motivan por una inquietud que me tentaría por antropología. Quise descubrir a la isla históricamente, desde el Mem / la Fuente / y lo que bulle como un Coaj / potencial / en su pasado. En 1975, en el Norte de Ponce, se descubrieron las ruinas de unos asentamientos de la cultura Igneri y pre-taína. Me debatí entre qué cosas, antropología, filosofía o historia, hacer mi posgrado... En resumen, desde 1975, con mi interés por lo taíno, con mis trabajos de historia Oral y documental sobre el 1898 y los ciudadanos pintorescos del pueblo de San Sebastián del Pepino, supe que mi camino es la narrativa y la poesía...



—Cuando comencé a interrogarte con el cuestionario de Cohen, sólo había leído un ensayo tuyo, «La dimensión ética de Sequoyah que publicaste en tal revista, en el Número 1 de la edición digital. Ahora comprendo que tu interés por las etnias es mucho más viejo y no son gentes nativoamericanas tu fascinación, es decir, no fueron los cherokees...

—¡No! Mi interés es por todas las gentes y etnias. Vaya, esta una de las cosas bonitas del oficio. El mundo de los escritores y poetas es muy interesante y abarcador por la multiplicidad de sus intereses. El asombro y el afán explorador de un escritor toca entra en todo, manosea a gusto... Tú puedes ver mi interés por los indígenas mexicanos en lo que fue la primera novela que publiqué en papel, Simposio de Tlacuilos y por aruacos, caraibas y tupíes en mi libro Lope de Aguirre y los paraísos soñados. ¿Te parecería paradójico que de mi autoría pudieras leer textos relacionados a guerras, masacres, holocaustos de todo el mundo, y también textos de amor, teoría sustentable, ternura por niños y ancianos, mística? en fin, que voy de los más macabro a lo más tierno...



[Publicada por Ediciones Nuevo Espacio (Agosto 2000), 232 pages],

—Cuando estás en el proceso de escribir, ¿te retroalimenta la lectura de otros autores?

—Un escritor, como todas persona de pensamiento sólido y coherente, es la suma de sus lecturas. Hay libros de los que hay que retroalimentarse, no para repetir o reiterar lo que ya se dijo en ellos, sino para mostrar lo nuevo, aquilatar lo que escapó a lecturas y críticas previas, o simplemente para diferir de plano. Contradecirlos... Hay libros cuya importancia es que son exponentes históricos de una equivocación que ha sentado precedentes. Dogmas milenariamente manoseados. Son como 'aguas malvadas' de sumidero. Muchas veces el Establecimiento Académico enaltece esos sumideros de aguas estancadas y nauseabundas.

—¿Crees en la inspiración? ¿Tienes algún método para escribir?

—La voluntad de crear, o decir, se nutre de la formación previa. ¿Qué alcance o mérito tiene aquel que es un torrente de cosas ya dichas y las designa su inspiración, o chorrote de conocimiento supuestamente nuevo? ... No, así no me gusta producir mi trabajo; prefiero, por el contrario, conocer bien unas tradiciones literarias, innovarlas porque las conozco, disfruto el lenguaje y acceso... No hay inspiración, propiamente dicha... si... tal vez uno puede experimentar un 'fluir' enriquecedor de lo ya estudiado, giros impredecibles en los que se proyectamos, momentos emocionales de exaltación durante la escritura que nos permiten apartarnos de un texto originalmente organizado con ciertas expectativas... Escribir no tiene por qué parecerse a la esquizofrenia. Dictado desde lo buminoso. Un texto puede cambiarse hasta que sea lo que queremos, una y otra vez; pero uno tiene que estudiar y explorar en esos 'numinoso', aprehenderlo, con inteligencia, pra no pasar gato por liebre.

¿Método para escribir? ¿Qué significas con eso, muchacho? ¿Si lo hago a mano, o grabo, o tecleo? ¿O si lo hago al fumanr, o bebiéndome el vino, o bajo drogas? ¿Con música de fondo o tras una buena jornada de yoga gimnástico o meditativo... Te diré:yo, a la página en blanco, voy saturado de datos, frases, bullentes historias que medité por largo tiempo. En este proceso, se quintaesenciará el contenido. Obsesiones, vagos recuerdos de lectura, lo que haya quedado como residuo de largas etapas de estudio, se transforma en poemas... sólo se vale utilizar esa reminiscencia sobrante... no puedo abrir libros, despersonalizar lo que llevé al papel; yo trabajo con notas, a manuscrito y, si hay inspiración, es al momento de teclear, tras una maduración largamente pensada...

—Una vez que tu texto está terminado, ¿lo revisas?

— Claro. Especialmente, en aras de corregir malos teclazos y lo gramatical.

— ¿Se lo das a leer a otros?

— Sí. Lo comparto. O lo leo por teléfono y pido una reacción cuando lo interés es la interpretación ajena.

— ¿Me hablarías sucintamente de tus tema y cómo reflejan tu persona?

— En cada libro, al paso de los años, hay muchísimos temas, orientaciones y evoluciones de estilo, que se hacen obvias; pero, en los EE.UU., donde estoy más involucrado en el estudio filosófico, sin que mi obra haya dejado de ser política y denunciadora, como fue al llegar, mi obra describe más lo que la naturaleza humana tiene dentro de sí. En fin de cuentas, escribo más sobre la tosquedad de su corazón, que lo que tiene fuera.

Mucha de las cosas que yo escribí sobre Puerto Rico o América Latina, escritas en mi isla, sin la experiencia de viajar, eran descripciones externas, ambientales, eventos observados, el habla de los ojos, la ingenuidad del mero percibir... por ejemplo, ah, no había profundidad en lo que dije sobre la Marina yankee cuando se apoderó de casi toda la islita de Culebra, en 1971 o más o menos tal fecha, ah, la Plaza de Lares estuvo repleta y el pueblo acudió a ver a Lolita Lebrón, Andrés Figueroa, Rafael Cancel Miranda, Irving Flores, a sus héroes... yo leo aquellas cosas hoy y me pregunto, dónde está el vuelo, la pasión, si yo sentía todo aquello; pero, ¿qué vale literariamente? si apenas me expresé como quien hace un informe periodístico...

Mi estilo ha cambiado. Los ojos que observan ahora no son las pupilas; ahora veo con lo que llamaría, metafóricamente, el Alma... Utlizando imágenes hebraicas, kabalísticas, visualizo desde el Corazón Ascendente, que mira la humanidad de su isla, o la humanidad de cualquier sociedad, como una Vasija o Keli que hay que llenar con aguas limpias del Manantial Subterráneo, útero del alma... ahora yo hablo como quise hablar entonces y no tuve el discermimiento. Bueno, los escritores con la edad maduran.

Hay cambios progresivos en mi lenguaje poético y en mi prosa en la medida en que me he sentido bendecio por una responsabilidad... Te diría que la nueva percepción, óptica y temática de mis libros, es más espiritual y no ha perdido su capacidad para acusar el flujo de 'aguas perversas', condenar conspiraciones del estercolero político, gente con manos sucias, cuya mezquindad humana son Aguas de Mara, aguas que amargan y envenenan... Ese tipo de voz y denuncia, que limpia y deslinda, desde la literatura, no cambiará en ningún país en que yo esté.

Mi labor es, pues, separar las Aguas de Mara, que son las pasiones viles, así como reprobar las manos-sucias, ensangrentadas y culpables, como las de ladrones, esbirros represores y militares... Bien, el poeta en cualquier nación, debe ser el portavoz de los tzadikim, obreros fieles en su tierra, y como tal su consolador, a la postre, el endulzador, pero sobre el poeta / el intelectual de corazón y limpias palmas, caerá el Establecimiento acusador, burlones que lo escarnecen y proponen su agenda perversa:

Confesaron su odio por los bosques
del léxico y quemaron los versos
escritos en rollos de vitela
y maldijeron al vitoco
(Consolador, hijo de Consoladores)
y la promesa informada por él...

***

Y llamaron al poeta mentiroso,
payaso, anti-héroe, vitoco
y pachotero, camino al tercer día.

Y el poeta persistió en la siembra
de su asombro, con savia fluyente
y con saliva de sus ríos profundos
entre cicatrices de los sequedales.

[Mb>Romance de Mara
de Carlos López Dzur]
— Bien que recuerdo ese texto, ese tono de salmo de Romance de Mara, sobre los que no saben cosechar del árbol del poema cuando lo tenías en Tantralia... ¿Por qué lo cambias de lugar, de libro en libro?

— La raíz de ese árbol / el árbol del poema / me sirvió para escribir Teth mi serpiente, Tikkum o Tzadik y otros como El libro de la amistad y el amor... Lo cambio porque son libros que marcan la continuidad esencial de mis libros y como mis libros son virtuales, hoy lo saco lo saco de aquí y lo meto allá. Es parte de mis privilegios como editor y autor, mientras el libro esté en mi dominio. ¡Quien sabe si un día, un editor interesado, te publica ese libro para que lo dejes ahí y no jodas tanto!

En un libro como Teth, mi serpiente, yo siglo hablado sobre Puerto Rico, sobre Betances, Albizu Campos, sobre la necesidad de superar el colonialismo político, la dependencia subsidiada y administrada por los políticos coloniales y, te digo, que el estudio del hebreo, la Kabbalah y la mística en general, me ha permitido ampliar mi sentido protestatario, mi oferta de soluciones, mi caudal personal de luz y de entendimiento...

—Díme otra cualidad general que puede caracterizar un libro tuyo; además de que hay poemas que brincan de un website o libro virtual a otro.

—Permite que lo diga de otro modo. Mi obra literaria comenzó con la Caf y la Nube sobre mi pueblo natal, el Pepino. Es un comienzo puertorriqueño. Identifiqué sobre que palma pongo la otra. Las palmas de las manos son un bello símbolo de bendición para mí que soy un cabalista luriano. Quien bendice es un endulzador en una sociedad acosada por mucho resentimiento.

—¿Qué es Caf?

—La letra Caf del alfabeto hebreo / el símbolo de la Palma de la Mano / se relaciona a la tierra en que regiré, al trabajo y por quien lo hago. Trata sobre el por quien y ante quien me doblego y a quien tendré que suprimir... «Caf» es el verbo hebreo subyugar... Considera pues todo lo que puede decirse metafóricamente sobre Caf / la palma, o par de ellas cuando las juntas como oración, o en gesto humilde de plegaria... considera, si, que la palma indica que en Puerto Rico se me dio la identidad que, humildemente, acepto y que ésta es la tierra de mi Deseo, y que el potencial de mi Hacer se manifestará en mis Palmas. Mis manos aluden el Trabajo. Esto que hago y haré literariamente tiene su impronta.

—¿Qué?

—Puerto Rico es el lugar donde he sido esculpido, por condiciones y agentes mayores a mí, para realizar una obra, dar mis propias Palmas Limpias y regir moralmente como Tzadik... ah, donde tzadik es sólo el obrero bueno, el hombre sin manos sucias, quien quiere hablar con bondad y puede ser el escritor con mensaje decente, el médico de labor decente... Observa lo que te digo: Tengo tan alta estima el quehacer de los poetas / poetas-filósofos, poeta-ideolólogos / humanistas / de naciones diversas y tanto que que le hago su propia mitología sagrada... claro está, cuando digo mitología no digo leyendas mentirosas. O teología. Me refiero a metáforas en torno a Fuentes de Sabiduría que ubican en la Corona de los pueblos, lo moral de su altura y potencial de Deseo. Este dar un 'lugar' de dignidad al poeta es como darlo al maestro, al tzadik, al ciudadano bueno, cuando hoy se les refiere con cinismo, como si fuesen unas pilas de mierda. O anacránico utopistas e inútiles. Sin embargo, yo santifico a estos seres. Otros son quienes los cagan y denigran desde sus bocas amargas.

—Si estuvieras en una isla desierta, seguro que te llevaría la Torá o, ¿qué libro te gustaría que te acompañara? ¿Qué libros escritos por ti son tus favoritos y por qué? Seguro que Berkeley y yo no estaría entre ellos...

— Ciertamente, la alusión a la Corona es alusión a Kéter, la altura del pensamiento como Sabiduría. Y Mem es la Fuente de la Sabiduría y la Torá es un gran libro de Sabiduría, ante ojos puros que sepan «leer» desde el Alma de sus pueblos, desde el potencial del corazón para el bien, así es el lector y poeta que leer / cosechar / del Arbol del Poema del que hablo en mi texto El Romance de Mara. Un buen libro, un buen poema, es «beber» esencias de las letras, beberles secretos, sus principios de exégesis, sabpres primordiales... y hay ojos, manos y bocas de servicio para comunicar la palabra poética que tiene unidad y amor... Te describí lo que sucede cuando un autor se interesa en conocer dos cosas: una vocación sosegada por lo individual de sí mismo y una conciencia creciente del entorno que nos enfrenta al ambiente, a lo social. Ese estanque de aguas amargas que se describe en Romance de Mara, y en cierto modo, en el capítulo 15 de Exodo, es una parábola personal sobre la literatura.

Hay gente que sale al campo, o al paraje más hermoso de una campiña fértil y lleva su actitud de amargura y de maldición. Unos hay que «confesaron su odio por los bosques» y ese léxico del bosque puede ser el pensamiento ecológico; puede el que odiar el agua limpia, lo agrario, la fruta jugosa y asequible, mas hipoócritamente, preguntan: «—¿Qué nos endulzará la boca?— ¿Qué beberemos?»... Mas, descrito el poeta, con corazán ascendente, cuando emprende el mismo viaje...

... y salieron al desierto de Shur y anduvieron
tres días por el desierto sin hallar agua y llegaron
a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara,
porque eran amargas...:
Exodo 15:22-23.

los resultados son distintos. Hay una gente que son represores, «hijos de Mara, incrédulos del árbol que endulza las aguas»; estos pueden ser funcionarios, corporaciones de contaminadores. Dañan el ecosistema: en mar, tierra y aire. El verdadero poeta endulza las aguas, no las amarga, las limpia y proteje. A principio del año 1990, yo sabía que tendría que escribir mi Teoría de la sustentabilidad. A mí, personalmente, me encanta este texto. Junto a los maldecidores y amargados, a gente que, por pánico ante la escasez o las crisis de agua, estará un día dispuesta a comerse sus excrementos, pongo a un poeta, o sea, alguno con ideas ecologistas, ciudadano previsor, creyente en una economía sustentable, en la vuelta al agro (como a quienes hoy toman por locos o vitocos); y comparo: a «aquel, el vitoco, / llamado poeta de los árboles» y entonces ante los desesperanzados por la condición de las aguas amargas.

... este sátiro poeta
sacó voz del ronco viento y semillas
de algún artificio del trigo
y flores de alguna espiga
de la maravilla...
y diría:
—¡Puebla sobre el poema
de las aguas dulces tu sustancia rojiza!
Combate a las crueles anemias del alma.
y el resultado será bendición... César Vallejo, Pablo Neruda, Mario Benedetti, Matos Paoli, Corretjer, Julia de Burgos, bueno casi todos los poetas, en cualquier geografía, tienen el don de tal magia, esto es, cambiar el sabor de las aguas, o limpiar los estanques, si entendemos que toda la belleza y pureza de la poesía, del necesario mensaje, nace de un Manantial Subterráneo. Y nuestro estanque es el corazón, que nos conecta al alma.

El rabino Akiva decía que esa fuente que viene del alma, «corriente que fluye, la fuente de Jojmá» (la Sabiduría) contiene el secreto de la letra Mem, o de Maim / el Agua y de la letra Lamed. Esta última es el símbolo del Corazón Ascendente... ¿Sabes que es un corazón ascendente? ¿Te podrías inventar una especulación o metáforas, tú que te las das de preguntón y estudiante telentoso de Comunicaciones?

—No. Dígalo usted...

—El corazón ascendente en la Kabbalah es representado por una Torre Voladora. La letra Lamed. El corazón que vuela es como el torrente que brota, con propulsión de un pozo acuífero subterráneo. Es alma fluyendo. El corazón que no fluye, que no manifiesta pasiones, que no tiene esperanzas ni proyectos, es como los hijos de Mara, en su camino hacia Shur, que no bendicen ni exhiben creatividad. Un poeta es un corazón ascendente; uno que del subterráneo origen, de su pozo de agua, manifiesta su amor profundo y deseo de servicio. El hombre creador es como el poeta que, en ese viaje al Desierto, clama:

—Sácialos de carotina,
Endulzador de las Alquimias,
para que vean más allá
de sus raseros xenoftálmicos
al bacalao pudrido de sus bocas,
su livor suplantador, dentro del alma,
sus fingimientos cárdenos.

Flúyelos sobre las aguas endulzadas
para que conozcan las ovas de la miel
y la leche verdadera...
y sigue ese creador / poeta / artistas / científico / obrerp del trabajo / bendiciendo:

Bendito fue el durazno y el ciruelo,
el cerezo y el higo, vitaminadas
fueron, por causa de beber,
del agua dulce de algún texto,
las naciones y el que les dió ordenanza
y probó con agua amarga
y la Venus del espejo
y la Venus del pomo
y el odioso livor que incensó
a las hijas de Eurinoma
y las enterró vivas
por amar a los poetas
de Apolos...

[Romance de Mara / 9-7-90]
Un poeta debe enseñar a mirar más allá de las narices. Esa es la virtud de un lenguaje intensificado. Eso es veuelo, hacer volar la torre y enseñar a ver más allá de las narices, más allá de los raseros xenoftálmicos y la peste... El hecho es que para que el agua no se amargue, o se empoce o escasée, se va al escondite subterráneo del agua, al pozo que se implicita en el Utero, como el lugar más limpio, y ese es el lugar desde el que se nos bendice, desde el que debemos trabajar contras las 'aguas malvadas', hedientes, de los raseros... El agua puede teñirse de mal, tóxico de vanidades y pasiones falsas; pero también tratarse creativamente. Y te dije: Lamed es la letra del Corazón Ascendere. El sabio Baal Shem Tov decía algo más sobre esa relaciones de letras entre el Mem de la Fuente y Lamed, cuyo significado son los verbos aprender, o enseñar. «Lo que hay que aprender es por el corazón», un secreto del Dar y el Recibir, de ahavá, amor y unidad, complementarse en la Mem, en el abrirse de las Fuentes, aprender a entrar al Utero divino y abrir, sus secretos, secretos de Eva / Havaiá / Conocimientos de la Serpiente... En un poema de Teth, mi serpiente sobre ese mundo de miserias, de aguas perversas y putrefactas que vivimos y que nos produce amargura, escribo:

De la miseria de hoy no quiero más porción
que la que toma sabiamente el prudente;
que sea alegría tu irrupción, Serpiente
de mis bendiciones, Teth.

[El supremo dolor / Ver]
—Por lo que más dicho, por ese cambio de un ver a otro, debido ar tu sensibilidad judía o por tal ideología y lo que ella supone en términos de sionuismo, tienes una misión?

—No tengo más misión que la que tiene todo el mundo, tratar de vivir una vida honrada y decente. Ser poeta o escritor, judío o cristiano, no te hace mejor que ningún otro, o eleva tus deberes básicos con la sociedad. Como escritor o maestro, uno sí contrae roles y unas tareas, más o menos públicas... y bueno, son las mismas que tiene cualquiera que se educa. Uno debe honrar esa responsabilidad en al medida de sus talentos.

—¿Y cómo valoras tus talentos, te atreverías a asumir unos roles de liderazgo como judío, como anticolonialista, como militante de algo?

—Compartiría contigo, con más tiempo, lo que significa tal liderazgo, lo que es kabbalística y hermenéuticamente tal misión del alma, que es más compleja que la de aprender y enseñar. Concierne al Mashiaj, al que rige, porque es el Tzadik que se levanta, se forma y educa para ello... Hay un liderazgo de comunicación que está representado por Pei, le letra de la Boca. Una letra que significa el poder de hablar, la oralidad, el aquí, el ser-ahí heideggeriano, el presente en cuanto aquí y ahora...

Lo que me preguntas sobre roles y misiones adicionales al nivel que me asocia al escritor, a la modestia de la obra escrita, es tarea en la que aún no estoy ni formado ni interesado. En parte, porque soy anarquista, recelo demasiado los poderes públicos, las 'manos sucias', la boca malvada, la chcota de los infames que suelen ser los políticos. Detesto, además, la condición de los Estanques de Mara en el mundo... yo me conformo con poner la palma de mi mano, mi mano franca y amistosa, sobre el corazón de quienes se educan y comparten conmigo horas de amistad o trabajo.

Para explicar el poder latente del animar, comunicar calidez y confianza en otros, en un niño, en un alumno, el rabí Baal Shem Tov les palmeaba en el corazón, además que signuifica 'bendito seas'. Entre los católicos y evangélicos es frecuente que se imponga la palma de la mano sobre la cabeza de; creyente, gestos pietistas acompañado de histeria y grierío, o fingidas pérdidas de la conciencia... No creo en nada de eso... Por otra parte, quiero que tenga ésto muy en claro: un judío no es más espiritual que cualquier otro mortal; sólo porque se ponga una kipá en la cabeza, o en su tradición nacional e histórica, se fundara una teocracia, después de experiencias de holocaustos, esclavitudes y guerras y ahora el sionismo de moda que masacra palestinos... Esto es mucha mara / amargura / inmadurez política...

... yo no usó kipá, pero toda mi obra literaria está bajo la Caf, la Palma de la Mano del Santo, el Separador y Bendecidor Cósmico y mi vida admite «el yugo de los cielos», o su Eterno Potencial... es muy poético mi experiencia y de gran responsabilidad espiritual, intuirlo, gozar del Kipá Cósmico. Esta Mano de Dios sobre la cabeza a veces golpea. Nos reorienta, otras nos bendice dulcemente. Vallejo, el poeta peruano, sabía sobre los golpes duros que da Dios cuando trapa de poner su Kipá / su Palma / sobre nuestra dura cerviz...

—Imagino que no hay muchos judíos en Puerto Rico, o los que hay se fueron del país. Tienes en la red una novela sobre en el Caribe, en Cuba y Puerto Rico...

—Sí. Esa novela si la publicaría en papel...

—¿Y por qué no... sucede?

—Será un golpe de Dios... En cuanto a lo primero: para mí, todos los boricuas son judíos espirituales. Son como peces y nadan en sus estanques, muchos mueren asfixiados fuera del agua, en tierra seca. La cuestión puramente étnica-racialista no me interesa. Lo que me interesa es si entienden el arquetipo, el espíritu de lo que te digo. El Rabí Akiva enseñaba que un judío es una persona cuya alma es un ojo interior, un corazón que testifica la unidad esencial de Dios. Es decir, si ha nacido en Israel, semita al 100%, judío de sangre y señal, y ante el Muro de Jerusalén, no siente que Dios es el mismo en todo el Universo, que su esencia impregna todo lo orgánico e inorgánico, usted es sólo un racista...

—En las clases, se decía que usted es ateo... y que Heidegger y Camus son humanistas ateos.

—Fíjate cuán poderoso ha sido el cambio en mí. La tolerancia que me inspira mi formación kabbalística... No tiene mínima importancia si soy ateo o no. O cómo otro se explique o represente lo que sea mi persona ante la divinidad. Esa es una experiencia individual en cada persona. En última instancia, uno puede ser devoto de quien se le pegue la gana, hasta de una ficción. Para mí, lo que hace una diferencia, lo que importa es si usted ama con convicción y ese amor lo capacitó para la convivencia, para hacer justicia a la comunidad y protejer su hábitat... El más anti-judío de los judíos y ante el mundo entero puede ser uno de ellos. Quien entiende los significados y belleza de la Torá puede entender a los Sagrados Libros Védicos, El Corán, todas las mitologías, el por qué de los Arquetipos y de muchas costumbres... ¿Para qué es la creación literaria, su nivel poético, los estudios multiculturales, el quehacer del escritor, sino para aprender para enseñar y comprender para codirigir, o dialogar multiculturalmente. El convivir es amor, agua pura y es ya luz de Dios...

—En estos tiempos, el sentimiento anti-semita aún prevalece. Odios y discrimen por razones de religión, ¿no le preocupa?

—Sí, me preocupa. Eso es parte del aroma y sabor de agua amarga. Lo importante es sacar provecho de la parte creativa.

—Con respecto a tu lugar en Puerto Rico, seguro que eres el único que escribe así, con esas mezclas de imágenes y términos hebreos. No eres solemne, pero tampoco estás componiendo ragaettón.

—Si es así, es un estilo nuevo y un aporte a la literatura de mi país, ¿no crees?

—¿Aisla, va en tu contra, que escriba ese tipo de libros tan minoritario, o tan único, por lo nuevo de los temas o exótico de su verbalidad?

— La literatura latinoamericana y puertorriqueña es capaz de entender mi obra, disfrutar su originalidad y mucho más. Agradecerá este enriquecimiento y yo estoy feliz en dar tal aporte, aunque parezca exótico, ¿exótico dijíste? De hecho, más exótico es mi Tantralia y se ha llevado mediantes ponencias a Congresos de Hispanistas en Nueva Delhi (India) y por los brasileños.

—Una pregunta al estilo de Cohen, ya que el teiempos nos apremia. ¿Te gustaría agregar algo más?

—Sí. Primero que yo no cambio por un gorro, o una kipá de tela este gozo mío, que es auténtica gracia, Bendición Divina. Y no acepto una Boca / una fatua boca de Pei ,/i>/ de retórico / predicador de esquina / o de kiosko / a cambio de mi modesto lugar de poeta. Soy un pez de fuego en esas aguas del mundo / no me meto en Estanques de Mara si no para ir a limpiarlos con el Arbol del Poema, mi vara... y yo he sembrado algunos árboles muy hermosos: Tantralia es flor de gozo de mis árboles, la Teoría de la sustentabilidad es como exhorto, o convocatoria sobre lo que tenemos que hacer empíricamente cuando el mundo está en crisis, o necesitamos refugio, ya que política y económicamente estamos en bancarrota. Digo que no somos los del 1% y sí del 99%, suficientes ciomo para no dejar que nos desmantelen la divinidad interior, la esperanza y la justicia que socialemnte urgimo.

Yo educo para el Tikkun, la rectificación, la esperanza y la resistencia. Llevo mi corazón a la Fuente, con mi letra de Lamed vibrando en la Psiquis, o rebrotando con propulsión a chorro de lo más subterráneo de mi conciencia, mi pozo espiritual y poético, aguas de Mem...

Mira, en segundo lugar, gracias, por este diálogo. El ejercicio, con el guión de Cohen. Me díste ocasión para fluir desde un par de letras.desde mi pozo. El alfabeto de mi propio guión es sagrado... Hay que hablar sobre todas las letras un día que tengamos tiempo y glosemos juntos mi texto A Crátilo y sus amigos tartamudos ya que sobre Lamed no dije todo hoy u la poesía cura. Tenemos que lamer del abecedario otra vez:

«... vamos lamiendo el Ser del Corazón,
aprendiendo apenas a decirlo,
a sacarlo como aliento,
emanarlo en ascenso
como en torre de incienso
o pilares en humo,
somos una keli / vasija / con asas rotas,
ave-chuchos que ni sube con alas
ni se desprende del peso que lo ata
y vuela con el Vuelo prometido del Poema
y la Enseñanza posible
en el Hacer de Lamed»...

[José Luis Chavarri, estudiante de Maestría en Ciencias Sociales de la Universidad Chapman, Orange, California]

Noviembre 2004.

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lunes, 26 de marzo de 2012

El ¡ay! del yo lírico-amatorio / Estéticas mostrencas y vitales


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Carlos López Dzur
TEXTOS SUELTOS / LIBROS DIVERSOS

El ¡ay! del yo lírico-amatorio


1.

«La necesidad genética puede ser considerada una necesidad de evacuación; la elección está determinada por unas sensaciones que hacen más agradable la evacuación de los productos sexuales»: A. Hesnard
¡Ay, confidente Poesía, compinche de enamoradas,
alcahueta de miserias amatorias, Trotaconventos
de cada bella(quera) verraca de líbido!
¿qué podemos hacer? cuando las adolescentes,
las adultas... las viejacas, rezuman sus besos
por cada poro y a veces los ven volar
cual mariposas que no encuentran la flor,
como suspiros que no encuentran el cariñoso dato
cuando más saturadas está el alma de hormonas
y más hambrienta de besos...

¡Ay, díme si es por riqueza de Eros,
o si porque Cupido no acerta el flechazo
y el varón es rata de dos patas, o su cuerpo
es de sapo que croa en el lejano pozo,
donde no existe el príncipe,
eso mozo digno de quererse,
ese amigo digno de ser besado.

Dímelo, sicóloga de amores, adivina
de palabras, maga-hechicera de sortilegios.
Se han vuelto demasiados los poemas
a la carne, textos a los deliquios,
mis menciones de noches pasionales...

Ayúdame, consejera sentimental,
reparadora de orgasmos, veterana de líbidos,
a organizar el placer que nos provoca
(a nosotros, pobres poetas de todos los sexos
y avatares) a que fluya esta emisión
de productos sexuales.

Casi todas las palabras que yo encuentro
en los textos, ¡ay! se repiten como rimas
de amor, se unen a caravanas
de nómades hambrientos de ternura,
se urden para verte y que ofrezcas consejo,
Gitana, con naipes marcados
de consuelo y ases de corazones.

¡Ay! ¿quien capaz fuera como Abu Chafar
ben Said, y uniera el agua con el fuego
y ofrezca consejo a Calixto y Melibea?
Sé tú en su lugar, Mujer Libre de dudas
y Casamentera de los atormentados,
quien a la reclusa de amor por doncellez
la redima, o en el cesto de su compra
ponga magia, la cita a ciegas
con quien dará caricias y susurre la palabra
más dulce y sincera.

Tira el panal, Celestina, y que no escape el deseo
de la abeja, pero que se coma miel
a ojos vistos o a escondidas,
¡ay, qué enamorado amor pica en los huevos,
qué humeda tibieza se esconde
debajo de la falda,
qué aromoso misterio mortifica las bragas,
que la Poesía ya no sabe
cómo callarse toda su gana de amar...
sin que nada nos joda
ni el laúd silencie su lujuria
ni el tocado de plumas de la joven risueña...

Haz el momento mágico en medio
de los oscuros y sombríos muladeres
del encuentro caravagista:
ella quiere ver a «Gerardo de la noche»
y sentir sus buenas intenciones,
si con él hay futuro, o sólo simulacro
por apuradas pasiones; ¡ay, cómo es líbido en pote!
cada palabra cómo infecta la lengua que canta,
o los dedos que escriben, con todo vaciamiento
en iemanjá de zamba para el gozo
y la pomba-gira, escandalosa...
como nalga...

¡Ay, LocaLorca, lo caliente no se quita.
Mi caballo negro está fuera de control
pues ha visto la rosa, ay Carol Baker,
tanta líbido, naufragada en la colcha,
y facilita de amar te he visto en Baby Doll...

Todo me habla sobre ti, Misterio Voluptuoso,
espasmito de biología, ansiedad metafísica
de mis progenitales versos, un cuadro,
un jardín, una película,
una suave melodía...
turgencia de órganos bellos, disfraz
de palabra coactiva, incentivante
del qué sé yo
que es el ¡Ay! del yo lírico-amatorio
en aras de evacuarse
intensamente inmoralista.

03-11-2004 / De Estéticas mostrencas y vitales

Como Alianza del subyugo


La Santa Alianza fue concertada en París en 1815 entre Rusia, Austria y Prusia, para sofocar las aspiraciones nacionalistas de las pequeñas naciones subyugadas.
¡Será cosa de ver!
... si ése que viene a ti,
dándote aliento con la virtud
de sus muchas prohibiciones,
si ése que al hacha tuya la conmina
deténte, surte su consuelo.
O convence.
En la sombra de la cueva te retuvo
y todavía él mismo obedece
a cinco dedos que son cinco sentidos
impuramente honestos,
consoladoramente adquiridos
en miopía y tradición de rebenque
y azote sinarquista
con placer escabroso.

¡Será cosa de ver
su Santa Alianza con la Mano Invisible
que te ahoga! ... Ahí está
con la ruleta rusa en París
y el gatillo, dispuesto a disparar
a las núbiles sienes, inocentes
y en congoja.

Con la prusiana disciplina
de cinco dedos puñeteros, frota el pene.
Con austríaca vanagloria
se vacía y echa sus mecos
en el decoro ajeno.

Será cosa de ver cuando digas tú
quiero naciones soberanas
y a mis hijos con poder sobre las llamas.

07-09-1989

*

Montanistas


¿En nombre de qué amor
hablaste de las verdades, Montano,
si sacaste el tuétano a la vida,
si en árbol carcomido
transformaste esta siembra humana
que me asedia zurriendo
broncamente
con su homicida alarde?

A las ramas y semillas
sobran los tuecos, agujeros,
y un viento del siglo, sin oriente,
el tronco de mis árboles maldice
y, más allá, a las sombras de reposo.

Los sinarcas, armados con sus lesnas,
me han cercado, me han quitado
esta raíz que eludió dar sus votos de reata
(ya piensa, ya bendice, este corazón
tan ultrajado y prohibido).

Estoy con el vetarro de mis huesos,
añorante de días
y propias cuentas y hecho un mico
con espíritu noctívago.

Busqué el monte, sin temor,
la piedra para extender el alma
y alargar la razón de mi ser
y aceitar la mañana.

Pero, ¿quién eres,
hijo de montanada, con qué amor,
si alguno, se escribieron días del fin
del hombre sobre el mundo,
con qué carcoma santa
rechazaron las nupcias de la sustancia
con sus cielos, de qué verdad
o torpe vademécum leyeron su mentira
y me echaron de mis montes trascendentes?

Absolutas y mortales
son tus desgracias, tus blasfemias,
me predican, tu Hacha
es la que hiere geometrías.
Tu voz es la que mata
al Cristo ultramontano.

*

Detén el hacha


Rescataron el poder
con cada mando simultáneo.
La autoridad absoluta fue del Papa
y vino él, al llegar estuvo
cuando cargué mi niño como ofrenda.
En su nombre, me dijeron:
¡Déten el hacha, hijo de la reala!
¡No lo mates, no regreses al seno
del Dios puro, no dés un paso más
que no mereces tú la trascendencia!

El padre y el hacha


... la intolerable estupidez de la virtud: Nicolai Berdiaev
El bien no es un valor absoluto.
Cállense, moscas placeras,
vayan y posen al carajo,
que las normas farisaicas
me mutilan; y el padre está
cargando su virtud
de pequeñarra estampa
por soledades sin caminos,
por su alma.

Vayan donde yo no les vea.
Que me condene solo
y no por oír a los vecinos
del postín, el antojo y el chantaje.

Yo no puedo orar
en las tinieblas, quiero la luz
más alta que la llama.

A mi dolor lo acostaré
sobre el pedrejón duro y ardiente
donde soy yo mismo el padre
y mi dolor, el hacha
que gritará este mandato descorazonante:
¡mátalo a cuchilladas con tu mala sombra,
sean sin condición las cosas ofrecidas y sagradas!

El oblata no es tutela legítima
(que alguien te ofrezca
por obligación civil
ya admitida y declarada)
ni aventura que allanará
el sendero numinoso
ni fácil consolación
cuando te duela corazón y vida
ni absoluto omniconclusivo,
justificativo del acto
y el campo de batalla.

05-22-1989

SEDUCCION


Tú, tú, hechichera, me tienes por cómodo bocado
de tus besos, adormecido encima de tu ombligo.
Del vino de tus lagares, ebrio, atontado.
Circe, me embriagaste, me ataste
a tierra, agua, aire y fuego.

Ahora tus caricias son como licores,
neurotoxinas de deliquio, tus perfumes...
y olvidé mi casa, mi ruta, el desafío,
y ¿cómo decirte no,
dáme el regreso, díme quién soy, desátame...
si me encantas?... si me tienes al pie
de Tu placer terrestre,
fascinado con todos los sentidos
como si fueras ya la plenitud y no lo eres,
¿qué hiciste pues con mi destino?

La luz es como una penumbra
en la neblina de tu profundo arraigo
y en tus mares, estoy oleado
por placeres, ¿qué es Itaca, sílaba lejana?
¿es todavía Ulises / Odiseo / mi nombre?

... porque estoy encantado. Y sobre tus muslos
seguro, atacado de suaves manos
y el roce de tersa piel de tus espléndidas nalgas,
retrasado en regresar si que el regreso lo debo,
anticipado al huir, si que algún otro me rumbo
fue el mío y se llama desde el lugar que olvido...

¡Ay, cuerpo de Deseos, me gratificas
de Sur a Norte, me satisfaces
en los Vientos del Este,
me arrastras a los sórdidos esplendores
de tu Occidente! Energía venérea vencíste
los poros, me sudaste, músculo por músculo,
con la gracias de tus avideces.

Eres el banquete del mediodía
y la lujuria avasallante de la noche,
vino añejo tu saliva. Salud veo en tu casa
con tus apariciones con senos descubierto,
tu vientre y su montículo peludo.
Todo perfume se exhala de tí como lavanda de luna
y jazmín, tu menstruo encendido.

Tu caricia es mi ritmo.
Tu corazón en tambores.
Por tu cadera gimo de entusiasmo y verso
como un toro que piafa desde el alma,
por tu causa acosado.

En el lecho fortalezco el derrame,
porque te dejas vencer, sin desplaste
y sumada al mutuo orgasmo.

¡Ay, Circe, seductora!
Con una sonrisa me díste las prisiones.
Con amable palabra me echaste a tus pies,
herido de estocada, como en amores.
Me alcanzaste cuando no lo espera.
Como a león de mansa complascencia abriste
mis quijadas, me ataste con un collar de flores.
Simpática mujer, en recompensa material,
no te soy poco. Venus te dio el Anima
y a mí mismo me pasaste el Animus
y Yin pasivo hicíste de mi guerrero el martes.
Lo que tú anhelas te doy,
no cosa del otro jueves.

Con negación de lo que yo quise
(a mi deber ya no quiero).
Deseo únicamente lo que sea tu deseo
semana tras semana, lloviendo meses
y años, y muchos días de ollas y cantares.

¡Cómo te las ingenias tú, ay no sé,
pasivo yin del Deseo
si todos tus caprichos son los que te dan
los otros, cómo, carente Venus.

Con tu hermosura desatas experiencia obligante
que enriquece, o doblega, o encorajina
para sacar el valor de adorarte,
esclavitud de servirte!

05-02-2005 / Las zonas del carácter

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