jueves, 1 de diciembre de 2011

Poemario / El hombre extendido


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Carlos López Dzur
EL HOMBRE EXTENDIDO
Premiado en el Certamen Literario Chicano
Universidad de California, UCI / Irvine


INDICE

La ventana
Invitación
Usted tiene que escuchar
Tén por corazón un templo
Llámale Padre al Espacio
El advenimiento del Padre
Cuando el espacio es oscuro
La madrugada
El anochecer
Ojo eterno y ciego del deseo
Te fundaré los ojos
El horizonte
Obelisco
Esqueleto de la luz
Cuando no te veo
Deambulares
Voy por luz
Mi prisa se come los espacios
Lo oportuno
¿Por qué no soy una mosca?
Un día que me llamaron
Cómo descubrí la vida
Pero me hallé con gente que me niega
Según crezco me salva el amor
cómo la vida se da
Creatio exnihilo
Wu wei / Camino del no actuar
Vomenasal o la vida como un pugilato
«Ahí» y «Allí»
Olor a vida
De la vida perra
Y del perro mundo
De la abundancia, la vida y la fe
Los consuelos del árbol
Ser fuerte como un árbol
Ofensas al árbol
El regocijo
La luz blanca del por qué
La eterna atadura
Irremediablemente vivo
A tu servicio
Sacrificio
Abre tu mente al mundo
Credo provisional
Vas a la delicia por sustancia
En el canturreo de las frivolidades
Descansa, cuerpo mío
Cambio de lugar
La meta
El deseo inmortal
Cosmos ajeno, no mío
¡Qué feliz soy con el pan destronado!
La simpatía humana
Naturaleza y trabajo
La lluvia es nueva hoy
Honra este acto de dolor
Como un caminante nuevo
El tallón sublime
El amor que crece
Soy de teja abajo
Gravitón audaz, acércate

* * *



La ventana

Seré la ventana
por la que usted se asome.
Muchos paisajes, rincones, espesuras,
extensiones, tengo conmigo.

Recorrí rumbos; algunos son
detalles de caminos, señales, recomendaciones.
Sólo mío lo que en mi marco cupo.

La ventana, en verdad, es algo que comienza
en mis ojos; yo quien le invito y evoco
lo que se extiende y, posiblemente,
sea consenso; pero hay quien no ha podido
todavía [lo lamento] viajar a esos lugares
de los que yo sé un poco.

Por eso es que le invito
a evocar tales lugares conmigo.
Siempre es bueno que alguien
asome aquí y se imagine
que visualiza, dialoga
se encuentra con un viajero grato.

Un día, por seguro, usted viajará solo
y recordará que yo dí las señales,
detalles de camino, par de recomendaciones.

13-12-1983

InvitaciónMe extenderé en la muerte.
No porque no me quede un espacio discursivo.
Voz me ha sobrado; pero vivo en el punto
del creado desbalance, en la tierra-ya-no-mía,
en la zona de lo que se quiere indecible.
Es un lugar ambiguo, descarado,
laguna de ficción para la que no tengo
palabras. Es cruda incertidumbre,
aguas para mi olvido.
Ahora me corresponde ser silencio.
La muerte no me desmiente.
Me invita, me favorece.
Me convoca.

Versión / 02-05-2004

*

Usted tiene que escuchar

They place the population under permanent suspicion and surveillance. The political body thus has became a criminal body. That process tends to increasingly appear as the dominant paradigm of government in contemporary politics and has by now become the rule: Giorgio Agamben
Antes que me vaya y se tienda
contra mí el estado de sitio, oiga mi voz
de guerrero, métase en mi Palabra
(que se abrió paso, viajante, migratoria,
antes que lo temporario cediera a lo que rige:
el paradigma de mudos y sordos,
el dominio que te corta los pasos,
que te estanca y te lo quita todo).

Usted tiene que escuchar. Aproveche
que el Muro está a medio hacer y se filtra
mi presencia como eco, después
lo que vendrá es la foto judicial del desastre:
la medida antropológica del ente desaparecido.

Como Rita y Katrina, el huracán desposeyente.
No se molestarán ni en cuantificar el despojo.
Van a robar cada palabra, a quemarla,
a hundirla en los profundos abismos.

Dirán que yo no existo ni dí
todo el amor que pude. Exterminarán
historia y fe, vigilarán el amor activo
y todo en nombre del estado de emergencia,
y les creerás, me temo, te atreverás
a decir que el hombre no se extiende
más allá de su miedo. No me aceptarás
como el guerrero que te armaba y te invitó
a la lucha, a mover horizontes,
a romper las cadenas.

Versión / 02-05-2004

*
Tén por corazón un templo

«Dissatisfaction and anguish often are a response to the call of Space». I, 78

«Do not be disturbed by anguish, it comes from fire». HIER, 305.
No lleves a la centralidad cósmica
más vibración que la que tengas oída claramente.
El zumbido de las moscas placeras no lo lleves.
El ruidajo de cachivaches del bazar detiérralo.

El fetichismo prohíbelo. Idolos en el corazón
son demonios, se disuelven, fastidian.
Obstruyen significados internos, cargan el polvo.

Tén el corazón por templo y házlo medida
de lo que seas ante la percepción de lo infinito.
Si tu entendimiento es del tamaño
del platón de ofrendas, o monedero barato,
cómparate con la alcancía. No con el templo.

Si amas el Cosmos y lo has pensado
desde infinitas esferas, alguna de las cuales dice:
«Yo soy la angustia y el gozo», pues, hay dolor cósmico,
así como plenitudes y enaltecidos esplendores,
entonces, ten el corazón por templo.

Si te preguntas si la angustia se siente más
que la alegría, llámate sacerdote de tu corazón
y tén el corazón por templo.

Si de las esferas más remotas del cosmos a tí
agitados estímulos te llegaran y perturbaran
al susurrar estructuras posibles de la onda,
llámate sacerdote de tu corazón
y tén el corazón por templo.

Uno sabe que el infinito se mide, desde ahora,
por escalas y, si sabes de escalas, has de sentir
el dolor infinito, el peligro aún de los entes lejanos
y sólo el corazón que es templo, comprende.

Entonces, llámate sacerdote de tu corazón
y tén el corazón por templo. Coaxulia la estructura
que se angustia. Consuela con la alegría
que tengas residuante.

Comprende la inmanente sensación de tu corazón.
Márcalo con deseos luminosos; pero infórmalo
que, con sustancia de poder, escuchaste la angustia.

Entonces, si revelas en medio de tensiones,
ansias cooperativas, si transmite en la espacialidad
lo que sólo aflije el quantum de las ondas ocultas,
llámate sacerdote de tu corazón y tén el corazón por templo.

*

Llámale Padre al Espacio

Al supremo dios egipcio Amon,
«El Consorte de su Madre»
Llámale al Padre, mi Espacio, conocedor
de causas incomprensibles, pide el pedacito
de su túnica invisible y ese abrigo, raíz material
para las explicaciones y el universo objetivo
ha de decirte Hijo y, a la voz inaudible,
has de decirle: «Padre».

El Espacio a menudo grita su silencio desolado.
Circula prisa inaudible de ola y lejanía.
mas la madre abrió la puerta del santísimo.
Gravita con rumor de la playa incestuosa.
De hemorragia y de parto se visten los altares.

El hijo se ha fugado de la orilla.
Se aleja a confines remotos y extendidos.
El hijo se va. El hijo es ahora pródigo residuo
en las perturbaciones. El hijo es pordiosero
en galaxias. Se va y el espacio
pide: «¡Regresa, opuesto mío,
vuelve a ser Uno, sangre de mi sustancia,
en venas subterráneas de mi núcleo!»

El tiempo es el camino de oscura luz,
Fieros dragones con la boca
del fuego tembloroso y celoso de quien llama
como Padre en nostalgia de su Hijo.

Y el Espacio por amor se estremece
y fija: «Tú eres mío. Con mi aliento
te dí la vestidura y te heredé
la forma. No seas libre como el olvido;
no seas esclavo por mucho movimiento».

Se va, se va y ya parece un reciclaje
del infinito fuego, un hijo de luz
del Misterio Universal del Eso.
Nacerá libre de su Consorte-Madre.
«Me dejará, yéndose.
Yéndose lejos».

*

El advenimiento del Padre

«No, the three are one. That which ever was is one, that which is ever being and becoming is also one: and this is Space»: SD I, p 11
De lo que sea designado ESO, causa sin causa,
no lo llames Vacío sin límite
ni plenitud determinada.
De lo que fue y será nunca sabrá demasiado
el que oye, a no ser que todo surge
de ESO, que eso nos susurra al corazón
como memoria de LO-SIDO,
y como plenitud de lo que será.
Que eso perturba, mas al rato nos colma
de alegría y descanso.
Si al corazón has llamado y tenido por Espíritu,
de ESO es que salió lo que sea,
si en la Materia es lo único en que te fías,
de Eso es que salió la Materia.
Si a la Madre llamas la Materia,
pertúrbate cuando ESO te diga que el Hijo
advendrá como Padre y dejará a la Madre
por su Seidad de punto extenso de existencia
y de una Virgen fecundará
su vagina por nuevas formas desconocidas.

De lo que sea designado ESO,
saldrá Padre y Madre, raíces de lo que tenga
el mundo natural y sus confines, polaridades opuestas
en cada plano e índole de las cosas.

Si al corazón has tenido por Espíritu,
y a Brahma / Prajapati / llamaste tu Macho / Tu Padre /
la forma de Tu Hombría, dejarás al Padre,
así como dejarás a la Madre / sea que la llamaras
Espíritu o Matería, porque advendrás
como el Hijo y serás consorte
de Tu propia Madre y fecundador
de Tu propia Virgen.

Si a alguno que fue Padre y reclamó su Espacio
en los mundos objetivos o esferas que conocíste
te llamara Hijo, desmiéntelo porque ahora
el Eterno Anupadaka es el Gran Aliento
y oirá con él, su perturbación te vendrá al rostro
como si fuera fuego y este Gran Vaho será
la forma de lo siempre fue,
lo que es y lo que seguirá siendo.
Hijo, advienes como uno de los Tres Eternos
y los Tres serán Uno.

Cuando te llames Hijo, todo tu corazón será
el Templo, el Espacio, unidad
de los Tres Eternos.

*

Cuando el espacio es oscuro

al rey Amon, consorte de su Madre
y consolador de lo femnenino

«To this the fiery heart of the Mother of Agni Yoga bears witness. Thus let us remember the great unified Hear. The manifestation of inexplicable anguish can derive from the sounding of a spatial tone. The subtle organism of this bearer of Fires shudders from these notes of space»:
FWM.b> III, 187
Cuando seas heredero del Gran Aliento
y te pruebes digno de la cama de Tu Consorte,
amo / o señor de la Virgen / Padre al lado de sus Hijos,
habitante en la Tiniebla del Ain-Suph,
ESO vendrá / encarnado en alguna forma de misterio.

Va a susurrar con su beso la voz
de la Virgen sin mancha y tú, Hijo,
sabrás qué difícil es ser Padre
y dejar el lugar de los Tres Eternos a fin de operar
como el advenido, y verás por hacerlo que el Espacio
puede ser una Tinienla
cuando se sale de los atrios
y el corazón se aleja del altar del Aditi.

El Hijo es la Luz en la eterna vagina
de la Tiniebla y el consuelo de todos los andróginos
es que vuelvas a ocupar tu lugar entre los Tres Eternos.

Cuando el Espacio sea inconsecuente
y la luz entre y salga y apenas ilumine,
no te llames Hijo todavía
y no busques a la Inmaculada, aún no ha nacido
virgen en el lecho y Soledad es su Nombre.

Cuando no veas otra senda que dolores
en el camino hacia el templo y tu mundo sea oscuro,
recuerda que has de ser el Consolador de la Madre
y regresarás a ella para que la regocijes.

... porque con espíritu que batalla, unigénito
en el Cosmos, intensificado estará el desafío
y la angusticia que te llama a victoria;

El Espacio oscuro llamará al mensajero del fuego
y la Madre Agni para tí es que habla
desde los corzones quebrantados.

*

Empozamiento

Por eso te llamé empozamiento.
No visitas mis aguas litorales.
Ni quitas el esqueleto de la flor roja de mi sangre.

Te volvíste sequedal en mi memoria.
Te hicíste secreto y cal, sílice con el sabor del cuervo,
chachueco y sin primor en el recuerdo de alas.

Ahora escupiré tu nombre como quien mira al zanjón
de cucho y abriré los sámagos del empiricismo
para buscar la mentira de tus mínimas magnitudes angulares.

En primario goce de sacrificador te daré.
Serás tú mismo, cerdo salvaje mi ofrenda.
Al jabalí buscaré sus ladridos
y ecos del lóbrego mundo,
el que te pertenece.

Quiero que calles, que enmudezcas.
Así es el odio que inspira cuando colocas
tus collares de espinas. Vestiré en ceniza.

Exprimiré en las tortas la maligna hormiga,
chichilasas de pan para tus misas negras
y tu boca de espectro. Emblema del empozamiento.

Con la vara del tótem te prohíbo y te odio
porque me enseñaste tu cultura de escarnio
e instruíste la barbarie, el horror en la historia.

*

La madrugada

La ví como una pinche y destrampada hormiga
del fuego desprenderse. Era una miga del sol
que se afanaba, una mordida del ansia sobre el mundo,
friccionada y surgida de las piedras
y del fango de tus calles y tus baches, Tijuana.

Puso cara de albas y relámpagos,
de aguas transparentes, de voces líquidas y aéreas,
de cifras interiores o inmensos océanos sin origen.

Por alguna razón dijo a lo oscuro:
Debo abrir los ojos, sonreirme, echarme
al paladar del Infinito. Soy la aurora.
Debo estallar de amor como otro cielo.

1986

*

El anochecer

Después pulsó la cruda de sus bascas.
Un golpe de fileros invisibles.
Allí estaba la plebe de grafitti en los muros.

Una estela del barro solar de sus estrellas.
Se fincaba el puto llanto del sol, estremecido,
bien amarillo, robando trenes grandes
de oscuras extensiones y su vapor aventado
del ansia como un pedo.

Estuvo en el palmo de su bola de tinieblas.
Se puso de cañón y cachondeado.
Los recularon cabrones en el pulque
y la madriza subterránea de sus luces:
así murieron.

Como el vómito universal
que se alucina. Y nos dejó abanicados
en su asombro cuando toda su inmensidad
cayó sobre tus calles, Coahuila.

1986

*

Ojo eterno y ciego del deseo

Lo llenó el sol de oscuro y tirria alucinada.
Le pegó en los ojos con ganas de cegarlo.
Y el mismo ser que dijo existo le negó
el abrevadero, el oasis, el pozo del descanso.

Por eso el ave vuela todavía
y tendrá que volar aunque no quiera.
El deseo tuvo destino de rutina.

Que vuele es su ley.
Beber de la rutina de los tiempos,
aliada al ser en sí, siendo en sí deseo;
deseo que nunca se culmina,
ser ojo eterno y ciego de apetito,
venérea sed, llanto por llanto,
caudal insatisfecho desde sí
y en otros, satisfecho.

5-17-1990

*

Te fundaré los ojos

Te fundaré los ojos como dos capangos duros
en apariencia de cristal porque la luz se olvida
y los ciegos taimados y brutales,
por engaño, la arrebatan. La encubren.

Haré tus ojos blandos, por igual.
Y la dulzura insertaré en ellos,
bellotas diminutas con estrías secretas
por su corteza blanda. Filtros de luz serán.

A veces, en la disparidad biocular
y por información insuficiente del fenómeno,
serán como quieren, caprichosos, desafiantes.

Si hay miseria visual en la fovea no será la culpa
de tus ojos. ¡Yo los quise así, tentadores!

*

El horizonte

Como blinda será tu horizonte.
Con fino material de oxidasa citocrómica
te haré las córneas, sus músculos ciliares y nervios,
¡y tus pestañas largas, peludicas, bien soñadas!

Con lluvia de axonas que procedan
de tu corteza estriada, con conos y bastonzuelos,
haldearán tus gestos de pupilas, dilatadas
en la penumbra,c asi diminutas y por luz, deslumbradas.

Tus miradas tendrán filos de espadas;
quietos secretos, alfileres de tumba.

9-2-1979

*

Obelisco

Olvidé que el amor es un obelisco.
Desde la tierra se eleva como ofrenda.
Hacia el pilar más alto del cielo se dispensa.
El amor es un ave que nace del Deseo.
Es una reja en las cancelas del ahí.
Es el shrddha al ancestral relámpago.

3-5-1980

*

Esqueleto de la luz

Fue la palabra trueno antes que el pájaro.
Fue el rumor del relámpago quien hizo denso
ese esqueleto de la luz que ha robado las plumas
de las llamas y el amor que tienes en el eco.

Estabas en el fondo de una lágrima
zurciendo tu creciente, oscura y abundante,
porque tienes por ojos dos huecos del orco.
Falta el nido, avecilla. Un nido todavía.

Ahí estás, voláfugo de sed, en tártaros
donde se pierde el vuelo mismo del haldear,
la erección infinita y temeraria.

Contrario a tí, en la tribu del carbono,
en las charcas del ácido nucleico,
Min nos dio el djed y el valle del deliquio.

En el portal de Ishtar, te desangras.
Donde reina el beso y el abrazo, llegas
como mendigo, discordia,con el invisible Amun
y el torcecuello.Te desvaneces.

Como trueno asustas al nahúa que susurra
te amo en abandono. En los mares de Shu,
nube en los aires, como quéchol encarnaste
la llaga, amor en tierra anegadiza,
fantasmas en chinampas.

Fue la palabra trueno antes que el pájaro.
Y aún no eres ave, sólo un denso y deficiente
esqueleto de la luz. Y falta nido...

*

Cuando no te veo

Cuando no te veo es cuando más te quiero.
Secreto beso, te has arrinconado.
Has creído que el sol cerró tus ojos.

Has enmudecido haciéndote alharaca de estampida,
energía lanzada a la ciega ruta del momento.
Te dispersaste al punto que tocándolo todo, nada tocas.

Poco clamas y, como no me nombras,
te inadmito porque, en falsa inmensidad,
no me inoculas.

Si no eres mío no estarás
al alcance ni sumido en mis manos
ni fluyendo en espigas.

*

Deambulares

Inadmitido por tí, destituído,
sin verte, yo suelto la semilla
que más recuerda al beso.
Deambulo como tú,
con labios sedientos y entreabiertos.

Busco la nada y muero, seco y más estéril que tú
que a la tierra dejaste con pisada de vuelo.
En espera de que me sueñes está
la dueña de una linterna mágica.

Por eso vuela, burla del aire,
pirueta de ciego instinto, y mírame
otra vez en la distancia.

Si yo te miro, con la rama del olvido por corona,
destróname, regálame el secreto de la noche.

Revisado en 5-16-1990

*

Voy por luz

Cada vez que puedo y, con sinceridad, pido perdón.
Nací hijo de erranza. Me equivoco.
Algo que tiene su luz (y es indispensable)
me falta. Alumbraría mi camino.

De tinieblas me canso, me escapo y, entonces,
combato el desierto de sombras.
Estoy lleno de anhelos.
Y, en las tinieblas, no es tan comprensible.

El desgaste es rutinario. Pero, aún así,
yo buscaré mi luz. Voy. Hago caminos.
Terco, rebelde, aventurero, desafío
el mínimo de tiempo.

*

Mi prisa se come los espacios

Mi prisa se come los espacios
y fuera del sitio me encuentro.
Nunca estoy tarde, no.

Declarado en perdón, irónico, vivencío
que, por un poco de luz, llego. Quien es ciego
y, más que ciego, tonto, soy yo. Y regreso.
Soy el que se expone, se humilla.
Estoy en el camino. Es lo que importa.

Con sinceridad pido perdón cada vez que puedo.
Nací hijo de erranza. Me sofoqué, intentándolo.
Choqué contigo. Finalmente, tuve un mal resultado.
Me engañó el parecido.

Fui el primero en llegar, ¿no?
pero no hallé mi luz apetecida.
Quisiera que no se perdiera el momento
en que ella resplandece.
El tiempo es oro, ¿no?

*
Lo oportuno

Por estarme a tiempo, yo haría todo lo oportuno.
Robaría el fuego una y otra vez.
Lo valioso quema los dedos de otras manos
que no lo amarán tanto como yo.
Eso es más penoso que el equívoco.

Lo que anhelo es tan grande que no pido el permiso
de buscarlo. Si mi trámite hago y es solicitud
descartada, yo muero. Excusarme
pues no me duele, humilla menos.

Cada vez que puedo y con sinceridad pido perdón.
Nací hijo de sombras y atisbos, de premura y ansia.
Pero, si acertara a gritar a la luz:
«Te quiero, ven conmigo»,
¿acaso no dejaré de ser
el hijo de la Erranza, luchador en tinieblas?

*

¿Por qué no soy una mosca?

No se comienza a vivir con mera biología.
De una mosca no se sabe a dónde va cuando la matan.
Una mosca puede dormirse y a quién le importa
que sea distinta a un gargajo, o que vaya a un reino
delicioso o macabro de moscas.
Una mosca no necesita perdón como el hombre
ni gran espacio para sentirse ocupante,
nadie le mide la importancia, si tiene o no
corazón que sufre, ¿qué importa?

Ella, de por si, es un artificio
de organizado biotismo y... aún así da zumbidos;
pero yo no soy una mosca ni un gargajo.

Yo necesito darme dignidad para sentirme vivo.
No me gusta la vida sin conocer mi sentido;
yo sí quiero el perdón al sedimento que ocupo.

A cada célula que se acomode a mis huesos
la quiero afortunada y la bendigo.
Yo sé a qué olores acudo, a qué apariencia
querrán acostumbrarse mis ojos y me gusta que soy
algo más que mi nombre, o mi taxonomía.

Me gusta el Ser, distinguida ontología
para la carne; entonces, sí entrego el cuerpo
y lo muestro orgullosamente y lo bendigo
cuando lo ocupo.

*

Un día que me llamaron

Un día me llamaron «¡Carlos!»,
pero yo era más que Carlos, o un dato,
o señal nominativa.

En dado caso, conozco a una perrita
que la llaman Carlota, a un ratoncillo
que lo apodan Miguel, Mickey.
Otro gato conozco Y lo llaman Carlos.

Un día me llamaron Carlos y yo estaba
fuera de mi cuerpo, casi en el techo,
oyendo cómo llaman a las cosas y cómo se maltratan
los hombres y se gritan y fundan el desprecio
y no quise contestar... Esa vez me dí cuenta
que yo soy más que un nombre.
Ese día si me hubiesen llamado mosca muerta,
o mosca viva, me habría dado lo mismo.

*

Cómo descubrí la vida

Para sentir la gratitud que se debe
a la vida, hay que venir a la tierra,
al viaje placentario desde el túnel de la muerte.
Llegar con un conocimiento: ¡Ay, profundo evento,
este de conocer el espacio y el sonido secreto
(que lo inunda, porque no hay nada que sea
realmente vacío), hay un plenismo infinito
que se hila, que se teje, que se tantra,
y una voz cuántica en él, OM OM OM
que nos da el Nombre Verdadero,
la esencia que nos pertenece.
Nombre que no es Carlos ni Juan de los Parlotes,
nombre sin apellidos, más puro que todos
los perdones, más puro que todos los limpios antecedentes
que se puedan hilar en la historia o genealogías
y yo escuché ese Nombre y me dijeron que pida
todo lo que es mío, en nombre de mi nombre verdadero
y fue cuando pedí la dignidad de ser...
Y nací... no por accidente. Lo quise.

*

Pero me hallé con gente que me niega

¡Cómo me extendí en el espacio-tiempo
con inocencia de ser-para-saberme!
Saberme desde antes una esencia,
pre-comprensión de mi ser maravilloso;
ser que ninguna deuda tuvo y pidió el claror,
otero transparente, pre-requisito
para serme-en-el mundo.

¡Cómo me extendí desafiando oscuridades
hasta que abriera los ojos, cómo fue tan dulce
la voz de mi madre y su olor que, por dulce,
creí que nacería en el corazón
de una pepa de guayaba!

Y sí, con ella, cuando me dijo adiós,
sentí nostalgia de la muerte, esa amiga
que habla y nos susurra el Nombre Verdadero,
el que no tiene deudas, el que es Anahta-zabda,
y se oye, como voz que viene de los cielos,
Akâza-vani, a casa vamos, a casa regresaremos,
pero... antes toma un poco de esa arcilla del mundo,
sedimentos de ese espacio y ese tiempo,
y díle Tu Nombre; díle que eres Carlos
sólo por un rato, no para siempre.

Para siempre, el Nombre con que te vibró
el cielo para darte el Ser, ser que es más
que la vida en el cuerpo, porque que estés vivo
es que estés despierto, oyendo tu Verdadero Nombre.

No es Carlos. Desmiéntelos y díle que el día
en que te adeuden, te vas. Que el día en que asignen
a tí el valor de una mosca o gargajo, te regresas
a casa, Akâza-vani, a casa, Tu Morada,
a esa vibración con la que sólo se solazan
los inmortales, quienes se afirman desde sí
y antes de echarse en la vagina biótica
de un ente, o la onticidad errante,
reclaman lo que les pertenece:
la dignidad de ser.

*

Según crezco me salva el amor

Y crecí. Batallar es crecer.
Nacer es sólo el dulce comienzo y ver
que te abandonan, por más viejos,
o en nostalgia de sus nombres,
los seres queridos
y ver que te examinan los otros,
negadores; a los que das amor y no lo quieren.

De este modo te desmienten.
Patean tus manos, escupen lo que das.
Te ofrecen escorpiones, platos de lentejas,
ajenjo para tu sed, cárceles por espacio,
leyes y reglamentos para tu canto libre.

Te dan un nombre, no siempre un nombre puro,
Carlos, te dan nombre de cosa
o de virtudes falseadas
porque ya no las creen; cuestionan tu nostalgia;
te negocian el espíritu y te ponen a raya,
te endeudan, te persiguen, te encuitan
para que niegues el alma y los odies;
pero si los odias, pierdes.

Sólo puede salvarte el amor cuando te llames
Carlos y llámate así, pero no olvides
el Nombre Verdadero y que tienes una morada
que te espera el día que te echen
de tu casa social en el mundo.
Akâza-vani, a casa, Tu Morada,
a casa con Tu Nombre de príncipe:
Anahata-zabda, medítalo, sólo ese amor
puede salvarte de los salteadores.

EHE

*

Cómo la vida se da

a mi hermanita Rachel y sus mascotas,
Pedro y Trotty
1.

¿Hay quien niega la vida? ¿O crea que realmente
es sueño vaporoso o ilusión de engaño?
No. La vida da su presencia y la interpretamos
como podemos, un poco le tomamos
y le sentimos tal como nos conviene,
y mejor nos cuadra; pero la vida está
«ahí», cerca de la pupila,
como mosca en la oreja,
hedor en las narices
y los demás sentidos...

La vida como contínuo movimiento
cuya mitad se nos pierde de vista;
la vida como evento que retorna al vacío
y desde la vacuidad resurge,
se burla contínuamente
de las expectativas.

Uno puede tener teorías sobre su origen
y es consolador o terrible que se tengan.
Como la vida se da, en su origen, es
cuestión de presencia:
lo más constante y repetido es,
pero no lo entendemos
y siquiera lo pensamos.

2.

¿Hay quien niega la vida? ¿O crea que realmente
es sueño vaporoso o ilusión de engaño?
No. La vida es el pedruzco en el zapato
y cotidiana / siendo cósmica / por alguna parte
escapa y apenas ya nos molestamos
en buscar de su origen
transparencia y facetas nuevas
con que reverenciarnos.

Parece que queremos que duela.
Que sea condena.
Que nos haga malditos.
Y parece que nos gusta ser perros de paja
y que así nos trate el Padre Cielo
y la Madre, la Tierra.

En el fondo, no creemos ni putas
que sobre la superficie
haya verdad definitiva,
benevolencia,
dicha, sentido futurizable
que verifique ideas universales
platónico-spinozianas,
razón universal de Hegel.
«La vida es para sufrirse,
agoniarse».

3.

¿Hay quien niega la vida? ¿O crea que realmente
es sueño vaporoso o ilusión de engaño?
Yo no. No. Puede que la vida tenga mucho
de misterio; pero es que soy ignorante
y lo único que me figuro cierto
es que la vida me dio su pizca de presencia
y apenas tengo sus detalles técnicos,
su contenido en concreto.

Sin embargo, no me da lo mismo
entretenerme con la idea de que el Verbo
o la Palabra hizo la vida con el mero decirlo,
«hágase» no me basta. Lo siento.

4. CREATIO EX NIHILO

Equivale a la explicación agustiniana
de la creatio ex nihilo, que el mundo sale de la nada.
¿De donde sale Aquel que dijo 'sea hecho',
de dónde se colgaba lo finito
(¡esa spinoziana Sustancia Infinita!)
para ser lo Eterno, en qué memoria
la paradoja vomita eternidades,
si alguna vez no tuvo
partos de presencialidades?

¿Emana la vida por causa del dios innombrable
(«emanatio dei», como lo piensa Plotino)
y se pudo desde El Zohar argumentar
sobre un diseño inteligente divino
y la paradoja del diseñador?

¿Creeré / tan sólo porque en Platón
se informe, la existencia del Demiurgo
en su Timeo
o lo que Aristótele declara
sobre el motor inmóvil?

5. WU WEI / CAMINO DEL NO ACTUAR

Cómo la vida se dio para que la presenciemos
de este modo ético y político, donde
parecemos ganado, perros de paja
a merced de fuerzas que los dirijen
y pasan por los aramios a lo incierto,
se nos propone un «wu wei», el Tao
de quien no actúa,
el Tao del dejar ser,
Tao del traquilo ser-incomovible...
pero, ¿qué sabe el ganado si la vida
se ordenó divinamente, o sólo por élan vital
se presencia el impulso que nos preserva vivos?

¿Qué voluntad de poder, Nietzsche,
puede dar la vida nacida de Dioniso?
¿De qué caldo de cultivo en el comienzo
se hizo lo que sentimos, se hará
lo que aspiramos?

¿Habrá de veras un gen egoísta?
porque de generación espontánea no nacimos...
¿Fue vientre de la vida el estado estacionario,
o mejor un universo oscilante, cuerdas cósmicas.
de quantum energético?
No sé ni de qué cuerdas nos colgamos,
pero somos presencia.
Existo.

03-09-1983

6. VOMENASAL O LA VIDA COMO UN PUGILATO

Bailo en el sostén de la inherencia,
donde un mito se inicia y clama
su dignitas hominis,
victoria en pro del esqueleto.

Yo, hijo de la Vomernasalia,
en terquedad me yergo y respiro.
Por más golpeado me arriesgo
en paso de vida
por ese filo de navaja
tan sensual del olfato.

Algo ha de ser alegría para que baile.
Una pizca de algún chip genético
que se alcanza en el aire.

Cuando la energía se eleva y flota
nos integra a su amor endocrino
que bajará dulcemente
al sistema que nos ata al cuadrilátero.

Un gran pugilato es la vida.
Esto de pensarse digno, por algún lado,
tiene el hábito de ponerle narices
a la unión esencial
de lo inevitable, el alma-puño,
o la sangre caliente.

Y con orejas de coliflo se duele
el hombre hasta que sea la feromona
quien nos visite, entonces,
conducción de inherencia.

7. «AHI» Y «ALLI»

Pero la vida está «ahí», cerca de la pupila,
como mosca en la oreja, hedor en las narices
y los demás sentidos... Allí donde parece
auto-evidente,
respirable, aromoso, el espíritu
Y nos tañen la campana del aguante
y nos mandan a la esquina por aliento.

Yo soy un animal de feromonas
y no son subproductos fantasmales,
psicológicos, espúrea envergadura.

Esta es la vida cuando se dice
«Abre las fosas nasales.
Estrena desde hoy el olfato y aprende
que cada movimiento apesta;
y el buen esquivar, perfuma».

Esta es la vida cuando no se tira
la toalla fisiológica, tangible y se pelean
los doce rounds del solverse biológico.

Hay que sudar esta química
y evitar el rival que lanza barrecampos.
Hay que evitar el nocáut para saberse vivo
y pleno de humana dignidad
hasta el final del combate.

8. OLOR A VIDA

¿Hay quien niega la vida? ¿O crea que realmente
es sueño vaporoso o ilusión de engaño?
No. Para mí, a menudo es oleada
de regocijo inseparable a la victoria,
la bien olida radiancia con olfato.

El 90% de la atracción
entra vomenasalizada, eriza el cuerpo
y da alas y sí que bailas, entonces,
sobre el mismo filo de la navaja.
Sobre los hombros de otros
como los campeones.

9. DE LA PERRA VIDA

Los perros se parecen al hombre.
Ya sólo ladran a la campa,
a fantasmas que van,
quejumbrosos,
sin las ninfas,
sin encinos,
sin la caricia de cosas amadas.

En la campa, sin árboles,
no hay quien siegue ni esparza
las canciones de trilla.

El olor del arroz falta en el balay.
El guiso dentro de la olla.
No hay un hueso que roer
ni leña descocada por el fuego baladrero.
Falta todo, ente y ser,
la esencia y el hallarse.
Madriguera y callejones faltan.

Como al hombre,
que la chavisca arda y cruja
a los perros les gusta, lo demandan.
El perro que asoma su cabeza
sobre el barandal en La Habana
se irguió en sus dos patas.
A mi nombre es que ladra.

Cotejo entre la balaustrada
que me espera.
Que su cola me llama.
Que no quiere peinar canas
y verse solo,
carcamal de sus años
y nostalgia.

4-11-1983

*

10. Y DEL PERRO MUNDO

¿Hay quien niega la vida? ¿O crea que realmente
es sueño vaporoso o ilusión de engaño?
¿O soledad absoluta? No.
Los perros se te vuelven amigos
con sólo su agitar de cola.
Uno los imagina en su pasado
de carcunda y se estremece;
pero irrumpen dulcemente
y se echan a tus pies y los perdonas.

Te olfatean el corazón, tan dóciles
y sin razón alguna.
Por eso se les ama
porque el pasado de sus pulgas
ya no importa.

Han vencido por el hueso que tiras
su karma de mordiscos atroces.
Se conforman hoy con lamer
el silencio de tu mano extendida.

Cosas hay que los dedos desatan
y que se caen de suyo para quien
olfatea el corazón ajeno
y sus cinco dígitos de mundo.

¡Nadie es tan sensual! lamiendo al vilo,
¡qué miseria! sin dar sus cabezadas como uno.
Los perros aceptan lo que das.
Ni más ni menos.
Quiere ser obediente a su modo.
Haya paz o tengas una guerra
en el bandullo, están contigo.

Se echan sobre tu vientre
y te escuchan el hambre
con que amas.
O los enojos.

Se acurrucan a tus pies
y sueñan al unísono que puedes irte,
o vas a desafiar la vida huracanada.
Entonces te lloran como nadie.

Es que los perros
se te vuelven amigos
y se les caen las babas
cuando vas con los ojos
bravos y cardeños
como dos piedrecillas en llamas
y el pelo crespo de calungo.

Los perros, más que un rabo
y un hocico y unos ojos
(que se parezcan a los tuyos)
tienen una antena.
Son tu propia sombra que te clama.

14-7-1980

*
De la abundancia, la vida y la fe

La fe es la fuente de la realidad:
Miguel de Unamuno

De acuerdo con tu fe,
así te irá en la vida:

Eliphas Levi
¿Qué es lo que usted no tiene?
¿Qué imagina que sucede en su presente
y lo desastra, con qué eventos o qué experiencias,
con qué creencias, o situaciones, se siente atropellado?
Seguramente, dirá que ha perdido la fe
y que todo, paso a paso, se conspira contra usted
y tiende a orillarlo, hasta quitárselo todo…

… pero no se puede perder más
cuando la fe se agota; de modo que rescátela.
Sin fe no es posible vivirse. Todo se aleja,
se impugna y se pierde. Haga un gesto de contención
por mínimo que sea. Edifique conmigo y sea la vida
que le resta como la base primera del muro.
Sin fe, hasta la existencia se condena.

Con fe, se reactivan las cosas que no parecían
al alcance de la mano. Y me refiero
a la historia material, lo cotidiano.
La vida misma en todas sus facetas,
Existencia en cada fase, en sus posibles recodos.

La vida tiene en sí sus múltiples imanes.
En los caminos, que son tan infinitos,
la vida es una Naga, una serpiente.
Una divina fuerza de atracción o de repulsa.
Y ella te hace dios, o por dios, cero.

Jamás hablaré contra la vida
porque la vida no es resentimiento
no importa que la vendas por monedas.
Vida hay que nace en el desierto,
vida en la putrefactez, en lo más mórbido
[pero, ¡qué heroica vida y qué belleza extraña!]
La vida es voluntad y cambio.
La vida es salto orbital y diseño,
diversidad y abundancia.
La vida bendice todo hasta en el caos.

La miseria es sólo el presente
del comienzo, voluntad sin destino.
Y no tiene destino, si la voluntad disipa
su carácter; y no tiene carácter
la energía que no está intencionada.
Y sin fe no hay carácter, amigo.
No hay voluntad. Ni partícula
ni ondas. Ni salto orbital.
No hay nada.

Haga con el presente su destino, haga voluntad
con fe sobrante. Junte residuos. Bendiga
la fe de los comienzo, porque la fe nace encendida
y sólo la culpa, la miseria, la apagan.
Si ya perdió toda la fe, dése por muerto.

2.

Vuelvo al comienzo ya que me ha llamado
amigo, ¿qué imaginas que sucede en tu presente
y lo desastra, con qué eventos o qué experiencias,
te sientes derrotado? Si no tienes fe,
¿serás tú leal conmigo?¿Con qué confianza
me llamarás amigo? ¿Creerás en la riqueza
de mi fe, que es lo que traigo?

Doy a quien abre su corazón y me recibe.
¿Está tu puerta abierta en este instante?
[Mira, doy a todos; pero la fe vale sólo
cuando la recibes, la apeteces, la quitas
con amor de otras manos] y yo distribuyo
la fe gratuitamente. Es mi oficio.
Soy la Palabra de la fe militante].

¿Cuánto deseas? Pon tu cifra de fe.
Como cifras contaré tus pasos en las solicitudes.
Pide abundancia y vida; entrégame el presente
con todos sus comienzos; yo te oigo.
Y entraré a tu casa porque soy la fe viva.
Enamórate de lo que doy. Lo que me ofrezcas
yo lo transformo en besos, besos
a la luz de bendiciones.

Abre la puerta de tu alma. Visualízame.
Cuando se ama, todo es salud, líbido,
atracción, energía transformada,
y entonces sobre amor se conversa,
por amor se tramita, se actúa.
Con amor piensas en todas las palabras
y se descifran las rutas de mis definiciones
(las tuyas y las mías: sólo el amor permite
esta confianza; de fe a fe es propio
que nos comuniquemos, amigo).

Por amor, transformo lo que no es visible
en luz que palpas, en luz que se percibe,
en luz que iremos disfrutando, en luz que arde,
en la serpiente Naga, en dios, Sefer ardiente.

Cuando yo te haya contagiado de fe, vas a sentirte
abundante. En tí no existirá la noción de carencia.
Ya no dirás «No puedo», «Es demasiado caro»,
«No lo merezco», «Esto es irrealizable», «Imposible».
«Utopía»... No digas Nunca, no cultives imposibles
ni por un segundo, porque la fe es maravillosa
y yo te la entregaré desde hoy.

Recibe la voluntad de lo sagrado.
Es la sustancia pura de los cambios
y la duda la maldice, la ofende.
Observa que la fe es celosa y hay que apreciarla,
quererla, enamorarla, agradecerla antes y después
de invocar en su nombre, antes de recibir
de su boca el primer beso de su luz, su onda.

3.

Te enseñaré a pedir en nombre de la Vida,
amigo. Comienza por llamarla compañera.
Bendícela llamándola mi Amada.
Antes de dejarte mi fe como persona,
llámala Vida, novia eterna del hombre.
Varón amado, la hembra.

Vine a dejar la fe como mensaje.
Tú diras, si la recibes o la dejas.

Escucha cómo yo la invoco.
Bendigo la fe, sea mucho lo que venga por su medio,
o venga ella, por de pronto, con sus manos vacías.
Bendigo la fe porque ya es vida.
Y la vida es el presente del comienzo.

Agradezco a la fe porque ella es dharma
e inspira la entrega de todo lo que merezco.
La fe que hace comprender que el Ser es ya el alma,
y quien la tiene la toca, la despierta, la conmueve.

Aprende el alma de la fe y la fe del alma, amigo
porque vale más que la abundancia material
que coloca a tu paso, porque la fe
da todo como si fuera una madre generosa.

Bendigo la riqueza antes que la tenga y bendigo
la riqueza que tengo; la bendigo cuando viene
y la bendigo cuando se va. Bendigo
la riqueza de la fe porque llena la cartera vacía,
fructifica en la tierra estéril, conforta
a la boca seca y cura a la mano tullida.
La fe que materializa es bendita, emergente.
La fe que espiritualiza es doblemente sublime y divina.

Quien quiera, por la fe, el beneficio del amor
que la sustancia, ámela como se ama
a la madre buena, a la hermana,
a la novia, a la esposa con nobleza;
ámela como si padre fuera,
o hermano, o hijo, o verdadero amigo.
Aprecie a quien tiene fe y los ricos en fe
lo amarán y harán negocios por causa de la fe.

Busque la riqueza que da la fe, no la que da
el delito y el crimen, porque riqueza injusta,
la del robo, se va más rauda que ninguna.
Proteja la fe que el arte provee, ame la fe
de creativas fantasías; poetice la fe,
hágale himnos, píntela con escenas
del alma enternecida.

La fe profunda es misterio. Es sabiduría.
Es presenciar la Luz de las Serpientes
que vuelan en los cielos en naves luminosas
de Vimanas. También la fe es sonora.
Veloz a veces, sutilmente audaz.
Visita desde la identidad unitaria
de lo oscuro; pero serpentea como dragón
electroquímico, en dualidades cósmicas y humanas.

4.

Por la ausencia de fe, yo conozco mi límite.
Pero con fe lo reparo y lo digo a la fe: Perdóname.
Sin la fe, yo callo mis defectos, pero con la fe,
soy tan valiente que confieso mis crímenes
y no quiero delitos.

Sin la fe no sé soñar.
Con la fe, produzco y el amor de la fe
me da servicio y soy obrero
y mi riqueza crece.

Sin fe, apenas me pago a mí mismo,
adeudo a mis acredores; con fe, soy más valioso
y me sobra para dar a todos y el Universo
me acredita como el mejor de los medios
para más dispensaciones.
El dinero viene sin esfuerzo.
Mi casa jala amigos.
Es amor de mi convocatoria.
Es poder de mis generosidades.

Mi fe cierra miserias.
Espanta males.
Mi fe es mi guardia protectora.
Ejército defensor de mis naciones.
La mejor arma contra el espionaje
es la fe; la Constitución eterna
de mi patria con verso de fe
se escribe; la articulo con la inocencia
de mi boca y con ella me justifico
ante el mundo.

01-09-2000

*

Los consuelos del árbol

Frío e insípido es el consuelo
cuando no va envuelto en algún remedio:
Platón
Si yo viniera, por jactancia de consolador,
a palmear su espalda, yo sería mentiroso,
otro cómplice de todo lo que existe
y está vigente robándonos la dicha.

¿Qué más quisiera yo que escribir
una oda sobre la belleza de los niños,
o captar con metáforas el misterio de la flor,
el lago en calma, la vitalidad emotiva
de pasiones, expectativas,
maravillas y delicias de lo Bello?

Por de pronto, a ratos, algo meditaré por amor
a dulces melodías, por amor al arte de todo
lo escondido detrás de muchas lágrimas
o suspiros, o de añoranzas que se encaprichan
por reocupar perdidos paraísos?

... pero consolar es todavía algo más profundo.
Hay que insertarse o viajar con la raíz,
e ir comprendiendo íntimas interconexiones,
y con visión... sumarse al verdadero consuelo
porque todos somos, no el todo de él,
no la plena sanación que da,
somos lo ínfimo.

En lo que me respecta, si el consuelo
fuera simplemente un tema literario,
yo vendría a contarle que del dolor
todos participamos un poco.
Todos hemos perdido algo que amamos,
¿le sirve de consuelo?

¿Que todos sufrimos fracasos
y cobijamos truncos anhelos,
que todos naufragamos alguna vez
en laberintos de impaciencia y enojos?
¿Le sirve de consuelo?

2.

Le diré que a mí me ha consolado un árbol
(por eso es que voy humildemente a sus pies,
a esas raíces que se ruborizan y se meten
debajo de la tierra, cuando le digo:
«árbol consolador, dios abajo,
me sentaré a tu lado,
como si fuera un indio, o druída que te oye,
mueve tu cabeza como guenda
en el jigüe, saca tu alma del tronco
y háblame como un pájaro
y agujera la roca de mi corazón
como un ave-carpintera».


3.

En realidad, como el árbol, el consolador
nada dice; pero uno lo ve (y hasta lo oye)
cuando habla con la brisa, acariciantemente.
Da abrazos de hojas que tiemblan
y vibran y alzas la vista y ves su rostro,
siempre amable como un racimo
con frutos.

El consuelo lo dan siempre los generosos
y valientes. Y un árbol lo es.
Todo el mundo se duerme en sus falsos laureles,
pero él, árbol consolador, nunca duerme.

Siempre está en pie, a la intemperie,
siempre mirando un cielo para que haya espacio
y demandar al sol que haga luz
donde abunda tiniebla
o que apague sus fulgores para que el cansado
descanse, se meta en su lecho y haga el amor
a oscuras y se acuerde de los ciclos
del tiempo y las polaridades.

¡Si supiera usted cuánto el árbol
es capaz de decirnos, duro y rugoso en su tronco
como parece; pero él tiene sangre-savia!

*

Ser fuerte como un árbol

a mis padres, con amor,
por espiritual y moralmente como árboles

Tiene edades, dolores, envejece,
pero el cansancio suyo no lo distrae.

No importa. Un árbol es fuerte
y protege a otros, con sombra,
cuando la gente llora sus agotamientos.

El da nido a los pájaros. Si tuviera manos
él mismo edificaría sus nidos,
alimentaría los pichones,
pondría de sus frutos en sus picos!

Un árbol no se queja, puede usted
destrozarlo, llevarse madera para su casa,
leña para su fuego, flores para jardines
y cercos. Y no se queja.

¿Cómo no amar a un árbol, cómo no
llamarlo el padre terrestre del consuelo,
si él todo lo da sí, cuando hay saqueadores
y contra él se conspiran,
hombres infértiles y parásitos?

*

Ofensas al árbol

¿Y sabe usted qué me dijo el árbol de mi consulta?
Que si alguna cosa lo ofendiera,
casi hasta el punto de enojarse...

Que en la altura de sus ramas se colgaran
a otros hombres, reos que han sido
ahorcados, por algún crimen que no es suyo
y que enganchen el suplicio a él,
que se vea asociado a lo punible.

Por eso añade:
«Y ya muerto: ¿qué le puedo dar si no siente
que doy sombra, si alguno de mis frutos
puede ser dulce a sus labios,
si alguna de mis maderas,
quemada en la noche, quitaría lo friolento?»


Sabe usted, si yo viniera, a pasar por consolador,
a palmear su espalda, yo sería mentiroso,
pero yo le puedo hablar de algún árbol,
ente tan ordinario, tan visible desde esta esquina
en que estamos, y decirle que son materializados,
silenciosos consuelos y que vale la pena
consultarlos y sentarnos al fondo,
o al rasero de sus raíces...

*

El regocijo

El amor vibrante de las cosas se llama regocijo
y se percibe sonoramente transmutado
por la célula y la vibración que sobrepasa
20,000 dimensiones de amplitud
que se condensan por expansión intensiva en los aires.

El amor galopa en hertzios en plenas ancas,
con frecuencia vibrante y timbra la complejidad
del conjunto. Es su estímulo para hacerse un beso
y levantar su polvo entre los ecos. O un abrazo.

El encuentro cuaja en los vientos.
¡Yo escucho el trote dulcemente!

19-6-1977

*

Luz blanca del por qué

Hasta aquí he llegado.
Inventé esta luz blanca ante una voz desconocida,
voz silente que duele más que el universo
con las voces que lloran el vacío.

Hasta aquí porque me falta llenarte
y los vacíos duelen menos
cuando uno está en ellos y sucede algo,
aunque no se sepa qué.

Llegué a tu luz, saludé los eslabones.
Tu luz es mi hasta aquí. Díme, si no es
como pienso, qué hay más allá del fotón
y la angustia, qué hay detrás de tí y de mí.
No puedo soltar la cadena, lo intento.
Quitarla de mí; sí, ya no puedo.

*

La eterna atadura

Es como una eterna atadura
y ¿qué explica que la tenga a mi cuello
y la arrastre también en mis pies,
sangrando mis tobillos?
¿que soy un salvaje, o que soy un reo?
¿qué sentido tiene el cautiverio
hoy que sólo pedí un poco de libertad
porque me asfixio? ¿no es preferible
que de golpe muera, que no amanezca
afligido otra vez entre amarras
de mi propio oprobio? ¿Qué esperas
que te diga: Que estoy arrepentido?

Hasta esta luz de una página en blanco
dispongo el canto de mi desideratum:
En tu voz silente me lamento
por llenarme de ansias
de trascender el dolor.

2-6-1984

*

Irremediablemente vivo

Acepto lo que venga
y sólo gozo aquello que comprendo.
Me acusan, sin embargo,
de errores temerarios
y de haber perdido el juicio
por ser incrédulo, cautelosamente descreído:
yo no inventé el espíritu
y, en verdad, no me he servido
de nada, tenerlo.

No me atrevo a decir que la materia
sea vestíbulo de gloria;
sólo que cuando la veo, la tomo,
la disfruto, la quiero.

Y sea lo que sea, estoy agradecido.
La materia es miseria y abundancia
y los cinco sentidos, una esperanza
que dolor me ha dado;
sin el espíritu vida tengo.

¡Estoy irremediablemente vivo!
Si Dios me quiere, bien.
Si no... ¡que siga su camino!

*

A tu servicio

Hago lo mejor que puedo. Dondequiera
que mi labor sea o lo propongas, cumpliré;
soy únicamente el instrumento. Así lo pides.

Yo pongo los pasos. Tú, el Hacedor, lo otro:
imprescindibles y sublimes procesos.
Los pasos míos son pequeños;
aunque quisiera que volaran para mejor
habitarse y plantarse donde lo pidas.

Es por servicio que este varón ha de extenderse.
Tú díle cuánto. Si pidieras «acomódate al agujero
y sé el gorgojo, oculta el brillo», entenderé.
No son suficientemente puros mis motivos.

Pero ya es recompensa que te pueda servir
y bendigas mi raíz, mi boca que origina algún canto.
Desde mis sentidos, me despego del fruto.

Te obedezco. ¿Quieres que me vuelva gorgojo?
Si ha de ser mi servicio, lo soy. Díme cómo,
cuándo empiezo, dónde me quieres
ufanamente minúsculo, miserable y callado.

3-11-1988

*

Sacrificio

Consagro un espacio sagrado, sendero
de Consciencia / Vijñana. Dispongo en este altar
todo mi sufrimiento, todo. Lo que has llamado causal,
auténtico, verdadero: mis actos, la voluntad del Yo.

Quemo, internamente, lo que digas
porque el dolor no se ve.
El ignorante no sabe. Tú lo identificas.
Sé mi mano, sacrificador.

Lo que llevo conmigo es mi sola presencia.
Da tú el cuchillo, la hora, la fe.
Dí dónde. Marca el camino.

A donde mi pie va, espero que hallaré
soledad, silencio, la zarza del akasha,
la memoria rindiéndose.
Tú vas a quemarme vivo.

Ofrezco por holocausto: la Nama Rupa,
Queden mi cuerpo y mi mente disueltas.
Esta es la ofrenda que tornarás en cenizas.

En camino voy y consagro el sendero.
Fuego enciendo desde el fondo mío,
en Kéter, en ser-nacido,
pón el fuego verdadero.

El espacio son las huellas que atrás de mí
quedan; el altar será mi punto de llegada.
Me ofrendaré a mi mismo, unje la piedra.

Prepara el gran cuchillo, Sacrificador.
Honra este sendero de consciencia.

2-16-1984

*
Abre tu mente al mundo

What we call mind and what we call matter
cannot be totally separate 'substances':

Ken Ward
A lo que yo quiero, con ansias lo deseo
para que se nutra de sustancia, para que batalle
su presencia en las cosas, en lo óntico
que calla, abriéndose en lo ontológico
que dialoga y conversa intercesoramente.

Todo el mundo ha de saber lo que quiero.
Con mi mente lo informo; con mi materialidad
lo acomodo a mis testigos. Lo objetivizo.

Lo que informo es convocatoria.
Que el mundo sea parte de mí mismo.
Que no sea yo hijo del aislamiento,
germen desarmónico, lo prohibido,
lo imposible.

Seamos honestos.
Propongo mi querer, lo hago colectivo
y lo doy en servicio. Que sea lo Nuestro.

A lo que quiero, lo justifico.
Lo necesario es bueno, autoevidente, plausible.
Los fracasos no detendrán el empeño.
Lo intentaré muchas veces
hasta que se haga pleno.

Mi mente puede que se desnutra,
se aisle, desconfíe; pero, yo soy humano.
Lo soy si me encuentro con el mundo.
Y con el mundo digo: Lo Nuestro.

El mundo es quien me hace aprendiz.
El mundo enseña la vida, el límite y lo posible.
El entorno sustancia mis furtivas intuiciones;
me corresponde solamente dar
el persistente deseo. Con él...
abrirme para todos.

03-12-1984

*

Credo provisional

1.
No me interesa la soledad absoluta
ni la ataraxia estoica y, mucho menos,
quedarme colgado del ombligo
o mirándome los güevos.

2. Saberme más allá de toda contingencia
ha de ser aburrido. Si la pura impasibilidad
de la kaivalya existe, se produce, adviene
... que me sorprenda cuando esté dormido.

3. La ataraxia / como el valemadrismo /
es algo deformado por gente que niega sus necesidades.
Para mi desgracia o mi fortuna, yo no puedo
ser indiferente. No me alimento de ataraxia.

4. De lo únicoque pido liberarme es del miedo
y yo sé quién lo produce. Es acaso
el ser vivo, encarnado con uñas despiadadas
y es el sistema a su favor de ese hombre-bestial
que niega a otros alimento, soberanía, esperanza.
Expresión de emociones de profundo regocijo.

5. Creo que el mundo es una mafia
de la que debo liberarme; una máquina bestial
que origina un psiquismo hostil, deshumanizante.

6. Vivir con los sentidos enlazados,
en dominio corporal de mí mismo, ha de ser el paraíso.

7. Que haya otras dimensiones me gusta,
me divierte, tanto como los mundos sensubles aquí abajo
o aquí dentro; pero yo tengo pocas ambiciones
o quizás, tengo la mayor de todas: la de voluntad libre.

8. Esto debe ser el objetivo local
de todas las instituciones
para crucificar la angustia, aquí y ahora.
Vivir sin deudas, esquivarlas, no dehar pasa
ningún 'utility bill', cuenta por servicio
que te llegue a la casa.

9. No deber una misa ni al taqnue de gasolina.
No pagar por el agua que te bebes,
con que limpias tu cuerpo y tu casa.
No pagar por luz, por combustible sucio, por aire.

10. Salir de la hipoteca. El nuevo capataz
de los tiempos modernos. Desconfiar del trato
amable y cortés de los bancos.
Dan con sus servicios puñaladas traperas.

11. Simple evangelio tiene un hombre extendido.
Reducir al mínimo su dependencia
a gobiernos, partidos y megacorporaciones.

12. No pagar tanta usura y tributo innecesario.
Tanta complicidad en nombre de democracias
que no existen y capitalismo empresarial
que te dejan en hambre, en ansiedad,
en cotidianos dogales de frustración
y quebranto.

*

Vas a la delicia por sustancia

¿Quién adivinará que eres instinto
y que es por tu mirada que hay relámpago
en los círculos y pisadas frescas y babiney
y huella clara y merodeo
y juntas van a la delicia por sustancia?

¿Cómo asegurar que participas del secreto que yo busco?
Tú sólo besas, saboteado entre sombras, como el salto
del aire que huye del cieno; pero te hundes en la ola
del sospechoso triunfo, tu precario asalto.

<9-11-1979

*

En el canturreo de las frivolidades

«El cuerpo social condiciona el modo en que percibimos el cuerpo físico. La experiencia física del cuerpo, modificada siempre por las categorías sociales a través de las cuales conocemos, mantiene a su vez una determinada visión de la sociedad»: Mary Douglas [1970: Símbolos naturales: exploraciones en cosmología. Alianza Universidad. Madrid: Alianza Editorial].
Un día ya el cuerpo no da para más.
El cuerpo no responde, por más atractivo y saludable
que haya sido, a todo lo que quisimos que haga
(siendo como fue nuestro siervo).

El cuerpo nos dice como su último gesto suplicante,
«vive ya por espíritu, dáme amor de otra Fuente.
Me cansé de ser simio, carapacho tapachín.
Si tú no me descansas, yo mismo me descanso».


El cuerpo, como todo, quiere espiritualizarse,
sonrisa que no nazca de la carne,
cortesía que no esté determinada
por el cuerpo social, por las ideologías,
por lo que dicen telenovelas, moda,
la hipocresía dominguera
de quien tertulia a expensas de la nalga, la barriga,
rollos de celulitis, el residuo chiichoso
del estómago lleno.
O ese Santo Pito
o esa Sacratísima Vulva que tenemos
como insanciable saciada de los Quintos Cielos.

Los inmaduros se las pasan en el canturreo
de las frivolidades; utilizando voces melifluas
o melodramáticas y son como las vecindinas
de quinto patio, como políticos de barricada
en tiempos de elecciones.

Sacan el ego afuera al primer indicio
de que alguien escucha. Se ponen a lloriquear
con su sicología de simios
y, por eso, los poetas estamos hasta el asco.

Ya nos cansa ser de esos románticos intimistas
siempre en habla con despecho
reconfortando el cuerno, el abandono,
el amor y el desamor, las pendejadas
de Paquita la del Barrio o la Leona Dormida,
D'Alessio que luego se arrepiente.
La ausencia.
El deseo de seguir queriendo con pasión
el energúmeno, que no se quiere ni a él mismo,
¿qué va a querer a él / o ella? No quiere a nadie
y uno, llorando por su abrazo, por su olor
a mierda seca, o a güevo caliente.

Lo que yo he sacado en claro es que,
si uno no es tan tonto como cree
(y, conste que siempre somos tontos),
uno tiene que oír con amor al cuerpo,
a ese obediente cargador de nuestros huesos,
mulo que nos lleva el alma
para un lado y para el otro.
Lo único fiel que no nos vuelve
jalea ni residuo.

Cuando yo lo oigo pidiendo la migajita de amor
que le toca lo hago copartícipe de mis nuevos temarios,
como si fuera un perro fiel, de esos que llaman
el amigo del hombre, y le digo, sincerándome:
«Oh, cuerpo mío, no vale la pena enojarse
(si no hay paciencia, uno sufre el doble)»,

no me interesa el chisme, ya me divertí mucho
y no me acuerdo seguramente
de tontadas, como los chistes malos.

No me interesa más
la emotividad de las cosas baladíes
(¡dejémosle eso a guionistas de la tele y el cine
y la violencia emocional, a las villanas,
con detalles de todo el escarnio, o la maña
de tirarse del cabello y ponernos los pelos de punta).

Y dejésmosle las patadas y trompadas a muchachos
en pandillas, aunque el mundo es tan cobarde
que se mata ya con armas largas,
armas químicas, drogas o medicamentos.
Son nuevos tiempos y nuevas formas de ser temerario
o cobarde. violento y pendejo.

04-11-2006

*

Descansa, cuerpo mío

Tú lo que necesitas es un poquito de amor.
Descansa: no quiero hablarte sobre celos
ni cómo manejar la tensión con el sexo
(total tú eres quien agitas el riñón
y vacías la dopamina,
tú eres la hormona, cuerpo oxitonador;
eres el que te quejas.

Yo tengo mucho apetito todavía, pero te voy
a dar otras formas hermosas, de las que no abundan
en el mundo, te voy a dar sonidos que no se pueden
exprimir en la cama, fingiendo orgasmos
o canturreando fruslerías.

Voy a tratarte, Rocinante,
como si fueras un dios, una deidad
que no baja a divertirse con mediocridades,
que no pide peras a los olmos,
que no gusta de la lepra de lo vano
ni se ocupa de estúpidas cosas del Establecimiento.

Te voy a hablar sobre lo poquito que he aprendido
estando sin tí, pero contigo.
Toma, bebe, escucha este poquito de esencia
que, según entiendo, es lo que se llama, Amor.

04-11-2006

*

Cambio de lugar

En lo genuinamente trágico, hay siempre
algo que aprender. Y seduce, no digo
que por ser efectivamente extraño,
o poseyente. No embelesa, pero es desafiante.
Para que nazca el rebelde necesario
que torna huidizos a los dioses,
se entra en un sicologismo pertinente
a las conductas que se perciben
y los actos que se cometen.

El hombre sufre y mata desde hace tiempo
pero se ha formado una cadena trágica
y nos toca vivirla y pensarla,
poner un discurso en la boca de los héroes
o quitarles el rango que le dimos.

Y, si uno queda solo en el proceso
y actúa, los dioses se van y es cuando sientes
que aprendíste algo, algo tan profundo.
No digo que la experiencia sea efectivamente
extraña, poseyente, embelesate,
sólo que emplaza, seduce.
Tienes que hacer algo.
Quitar viejos dioses, ponerte tú
en el lugar de ellos...

*

La meta

Por eso me orbitaría contigo.
Sería un cono. Recorrería las curvas cerradas
que te dan superficies cortadas en unidad de tiempo.

Y, codo a codo, subiría al combusto nuclear
que a las selvas desprende, residuales.
Llegaría a la recta del vuelo,
a lo final, allí donde de seguro
dejarás irradiadas
tus ansias eróticas y tu desfogue,
donde se mata la culebra en el chamuyo
y se colapsa el nabo de los dioses.

09-15-1990

*

El deseo inmortal

El deseo quiso ser inmortal como un cadáver
iluminado en la llama del silencio. Anduvo en la pira,
nucleosíntesis, y el sol lo llenó de su olvido
limpiándolo con la prebiótica del Ser
en pos de alborada.

El deseo quiso ser pájaro
donde el metano hedía, persistir
sobre los duros cimientos.
¡y hoy está muerto y enterrado!
El sol lo quema como a espiga.

9-16-1990

*

Cosmos ajeno no mío

Del cosmos tuyo, ajeno, me bajaron.
Me barrieron con escobas de tebincha.
Descendí con este corazón hílico
al fuete del imperio.

Ahora soy uno entre mis cuatro tribus de moléculas.
Visto ante Tefenet con olor a alicanto.
Incienso mis hojas de verde clorofila.
Estoy en tierra. Allá no me quería
el opresor de un cosmo-baratijas.

Cada semilla es el ángel que fecundo
y como alheña me fatigo
entre cuantos aran y cavan
buscando el concreto amor,
trabajo y esperanza.

<>

¡Qué feliz soy con el pan destronado!

Con gentíos, el tejido de este canto
es suficientemente solidario.
La tierra en humedad me agrada.

¡El sol que trilla!
¡La lluvia que gorgorea en los valles
con sudor de mi frente es mi reposo!

Donde el universo se volvió espacio y tiempo,
mañana en celo, comienza el paraíso,
el que yo defino con estas manos
todavía salvajes, impuras, evolucionarias.

El Paraíso del Espíritu Puro es mi suicidio.
Aquí, con el algor del carborihidrato,
la flama azul del azufre es firmamento
y el azul más oscuro está en la mar, supongo.

Y en el azul más sutil, yo hallo mi río de hidratos de carbono.
El almidón hierve en la hornilla y antes estuvo
en el molino donde Ptah no tuvo arte ni parte
ni las aguas caóticas de Nun.

¡Pero qué feliz soy con el pan,
destronado de ser puro, obrero
con los que aran y cavan!

9-5-1980

*
La simpatía humana

Sin simpatía humana, ¿de qué nos sirve la razón equilibrada?
Sin amor fraternal ilimitado, ¿cómo declarar que conocemos
sacrificio, valor, cooperación, alianza humana universal
para enfrentar lo injustamente divisorio, lo crítico y urgente?

¿Cómo declarararr civilizacióneuna sociedad
organizada para el robo y la conspiración
y el esclavismo? ¿Dónde está la riqueza
de lo natural, dónde la abundancia
de lo productivo, donde el credo de porvenir
que acaba la ignorancia y la degradación?

¿Quién destruirá los templos de piedra
y hará instituciones orgánicas y vivas
que garanticen dicha a nuestra humanidad?

¿Quién, sensible hasta el dolor,
quién comprometido en verdad,
quién lo suficientemente humano?

12-09-1989

*

Naturaleza y trabajo

¡El sol que trilla!
¡La lluvia que gorgorea en los valles
con sudor de mi frente es mi reposo!

Donde el universo se volvió espacio y tiempo,
mañana en celo, comienza el paraíso,
el que yo defino con estas manos
todavía salvajes, impuras, evolucionarias.

El Paraíso del Espíritu Puro es mi suicidio.
Aquí, con el algor del carborihidrato,
la flama azul del azufre es firmamento
y el azul más oscuro está en la mar, supongo.

Y en el azul más sutil, yo hallo mi río
de hidratos de carbono.
El almidón hierve en la hornilla y antes estuvo
en el molino donde Ptah no tuvo arte ni parte
ni las aguas caóticas de Nun.

¡Pero qué feliz soy con el pan,
destronado de ser puro, obrero
con los que aran y cavan!

09-05-1980

*

La lluvia es nueva hoy

¿Cuál es la naturaleza de esta lluvia
que reparte viejo amor, con nueva democracia,
por qué azota dulcemente el trueno,
su ánimo de luz
y desaparece, en puntillas,
eyaculándose al parecer sobre el gran cántaro
de los cielos abiertos como muslos?

¡Está lloviendo a cántaros!

El grandioso evento, la lluvia misma,
es nueva hoy, ¿será nueva mañana?

*

Honra este acto de dolor

No que haya sufrido al extremo
que sienta que será crucificado.
No que alguno lo persiga por sus deudas.
No que haya faltado su alimento.
No es el caso siquiera su vestido;
pero, yo ví al pordiosero
que entró al templo.

Un templo que pudo ser su alma,
servida en altar como holocausto.
Y lo fue necesariamente.
Algo entregó de sí, algo, algo...

Fue él quien vio el Santo Crucifijo.
Enorme Cristo magullado, sangrante,
marcado con dolor como símbolo
de su ejecución por los impíos.

Es casi indescriptible, inefable,
lo que la imagen dijo en su mirada.
«¡Cómo has sufrido!», gimió.
«No quiero ver así ni ver
así a mi prójimo».

Y entendió la promesa
del crucificado: «¡Por tí yo doy mi vida,
mi sangre, todo lo que tengo sacrifico!
Sólo pide. Honra mi acto».

*

Como un caminante nuevo

Y, como si escuchara concretas instrucciones,
se fue feliz. Llegó luz a su alma.
«Soy hombre nuevo», dijo.
Y la queja que el pordiosero trajo
se exhíbe aniquilada; me conmueve.

Lo he seguido por la calle y va cantando.
«Cuando regrese aquí, Jesús, no pediré nada.
Voy a darte. Tú verás todo
lo que en Tu Nombre puedo.
Valorará lo que sufríste y lo que seufre
mi pueblo; imaginaré que soy más fuerte
y más hábil. Que mis penurias son mayores
sólo si me automenosprecio.

Hoy me respeto con el respeto tuyo.
Con la misercirodia
Hoy me amo entre los poderosos
que llamaste los justos, emprendedores.
Desde hoy te bajo de la cruz; te bendigo
en prosperidades y en dichas inmediatas».

5-12-2001

*

El tallón sublime

Tiene en sí el ser que vive de los quarks y los leptones
el secreto del sol, fuerte, hadrónico, extraño, encantador,
preclaro. Arrancha con el tallón sublime en cumbres
lo mismo que en los fondos selváticos,
rústicos, negros, sin encomio.

Tiene en sí cuando más profundamente duerme
su subcostal andanza, casi yendo al tellus de la masa
y conociendo al hombre, el secreto de la sombra
que, al irrumpir tafanariamente seductora,
la tomara, se acostaría con él.

Se gozaron, dos a dos, violándose el absoluto incalificado.
Sabe el ser, secreto que calla, que se engendró
como el sol a sí mismo al seducir su sombra.

09-1-1980

*

El amor que crece

Desde hoy el aire canta, silva, anda conmigo,
me susurra secretos, se asoma a mis ventanas.
Será mi amigo; no dirá vendavales.
por mucho que sea el Viento, lo comprendo.

También seré un hijo de sol. Amaré
su clorofila, su amor por cada hoja,
su ardor en mi frente, amaré su luz
en todas mis mañanas, su transparencia
que desoculta todo. Su ausencia
será deliciosa, menos tibia en mi noche.

Amaré las lunas que vea. Les diré
el nombre de mis bellas deidades.
Me observarán de hito en hito.

Aprenderé a agradecer, lo había olvidado:
Lo Bueno dura, siglo tras siglo, milenio tras milenio,
y lo que existe vale por su necesario sentido.

*

Soy de teja abajo

Soy, de teja abajo, el que cruza los valles,
el que labora en pos de las moléculas;
quien del tamaño del útero mide su espiga
volviéndola cereal en la cosecha.

Dulla sa sarri es mi tarea.
Hapiru es el nombre que me diera el clan
con signo de palmera.

En los encinos, el secreto se cubrió de palabras,
pero yo estoy en la siega y soy tejedor de aminoácidos.
Soy y conexiono células en islas de cieno sobre el Nilo.

El señor que me alimenta es medio sol,
«el señor de nuestra carne».
Para él, soy la escoba de tebincha.
Para él, se jacta de almidón mi saliva;
pero muere en azúcar, dulcemente.

Soy, de teja abajo, en este mundo de dioses alotrópicos,
el que adora más la Gran Molécula, el carborihidrato.
Sí, yo soy el viejo más salvaje, duro de mandíbulas.

Helios que no me quiere tiene muchos nombres
entre órficos y ménades infrasexuales del espiritualismo
y yo soy más simple que los dioses,
sólo que no me escuchan entre encinos
ni me placen los valles de la Nada vacía.

7-12-1980

*
Gravitón audaz, acércate

Del olvido más limpio, su nombre desconozco.
No se funda el ser si no hay el Llamamiento.
Ignoro aún el Nombre puro del llamado,
¿lo sabes tú?

¿Hallaré mi eterna coherencia si te concibo
como quien ardes en el paso del Todo?

Pájaro que recorre la inmensidad sin deternerse
y que va alucinado de sol, ¿pasarás cerca de mí,
querrás unificarme?

Al vuelo que hiende lo infinito en dos mitades,
¿dirás el nombre de la charca de metano donde estoy?

¿Sabré yo reconocer el imposible que te impulsa
cuando viertes el grano de tus márgenes?
¡Acércate, pues, gravitón audaz, de sol y el aire!

9-16-1990

* * *

PARTE DOS


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