jueves, 1 de diciembre de 2011

Parte Dos: En aras de hallazgos


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Carlos López Dzur
EL HOMBRE EXTENDIDO
Premiado en el Certamen Literario Chicano
Universidad de California, UCI / Irvine


INDICE / Cont.

El hombre trágico
Orestes y Electra
Las cosas innombrables
No soy de monte ni ribera
El rebelde como rompegalas
Que ni postre ni narices
Uno, el apelante, ¿qué puede?
Soñar el oculto resplandor
¿Para quién es tu canción>
Herederos de la lira
Canta desde el gozo y el sufrimiento
Canta líricamente
La muerte de la esposa
La nena quiere candela
La aniquilación del diferente
La rebelión jubilosa
El hombre regocijado
La compañera imprescindible
Bendición de Artemis
Con largo alcance
Cuando no se tiene ocasión de equivocarse
De la inocencia
El hecho trágico
La felicidad es una osamenta frágil
De los menosprecios culturales
De la Canción de Ullikummi
Me llamaron el castrador
La extensión del karma
Tu vida pensante acumulada
De la densificación de la mentira
De la naturaleza trágico-dionisíaca de la historia
Absorbo mucho dolor
El presente ido
Me llamarás
Dioniso y los dioses terrenales
La voz salvaje
Bendita la divina rebelión
¿Cuál es el reclamo?
Venganza no. Justicia
Las Erinias
La erinia inquisidora




PARTE DOS
En aras de hallazgos: Lecciones dionisíacas


El hombre trágico

De los modos trágicos de ser
yo escogí la rebelión
y la única compañera
que la rebelión tiene:
la Esperanza.

De hecho, mi elección se debe a la institución
de lo Trágico como el griego lo entiende.
Como sus poetas nos lo han restregado
en las narices y lo hablan
aquellos que, por trágicos,
se han sacado los ojos.

Aún así, el rebelde me late.
No me indica que busque libertades absolutas
ni crea a las racionalidades opresivas,
hegemónicas, esquemas binarios,
esquematizados y jerárquicos,
reduccionistas e inmutables.

Todo lo que permite la Certeza Eternizada
se vuelve dictadura, con dogma
en su fondo y puta intolerancia.

Zeus y Hera son una mala pareja
para reinar en estos Hogares humanos
donde yo prefiero ser rebelde dionisíaco,
más trágico que lógico, nacido
de la Luna, antes que de entes Perfectos y Puros
del Olimpo...

... y si tengo verdades universales remanentes,
aún, homogeneizadas por el poder del Olimpo,
me concentraré en subvertir
el sistema de injusticia, y cada afán
de apropiárselo todo que distingue
a los avorazados, violentos
hasta con las ninfas y náyades
que danzan inocentemente
al pie de los arroyos, y las meten
en sus burlas.

Desde hoy, quiero a todas ellas.
Para las ménades, que sean mis rebeldías.
Para las niñas y hembras
de cualquier edad
serán mis protecciones.

*
Estos huérfanos desde el hueso y los tuétanos del canto,
tracionaron con terror al futuro y su ofrenda podrida
es la seña en los montes y las calles.

Se han cubierto las caras tras un velo.
Se han dejado conducir hasta la tumba
por esclavas troyanas de amargo coéforo.
.
A la sublime creación tan necesaria ofrendan muerte.
Al séquito lo marca la cobardía avergonzada
porque desalojados han sido de lo bello.

Y la madre de la princesa sueña
a son de pesadillas la serpiente
que de sangre se lacta y de ella bebe.

Si la culpa es alarma, ¿señal de la ira
de los dioses? Cínica. Ha dicho que no hay
más dios que el placer desvergonzado.

22-05-1981

*

Las cosas innombrables

De homicidios háblese fuera del ágora,
si posible, pues la lengua se contamina
si las Euménides / Innombrables / pasan la suya
sobre el ápice y paladar que articula
el mero delito de muerte.

De las diosas de la venganza
persiguidoras de Orestes, matricida,
háblese fuera del Santuario de Delfos
y que Apolos lo escuche en la Roca de Ares.

Que de la causa de Clitemnestra,
ramera y esclavizora de sus propios hijos
no escuche nadie qie sea virtuoso...
¡Qué indiga es la reina de Argos!

De Egisto, amante de Clitemnestra;
primo de Orestes y Electra, que en voz alta
no se hable en el pueblo.

Benévolas Erinias declaran que son
cosas innombrables y han de lavarse
las culpa en reinos de ctónicas deidades.

*


No soy de monte ni ribera

Me pasa que no soy de monte y ribera.
¡Que ni postre ni narices! Ni les sirvo
ni les creo ni les amo.

La estructura de este mundo no es el nómeuno.
La dicha no está servida sobre ruedas.
Me pasa que no estoy para dar migas al gato.
Y a los estados de vacío que me tragan detesto.

(No son expresiones de sustancia,
necesaria energía) y, sin embargo,
gasto saliva en balde. Dicen que miento.

8-11-1979

*

El rebelde como rompegalas

Me pasa que soy el rompegalas
en estas adoraciones del Sublime absoluto
y el sol recóndito que no cabe en mis ojos
y no trago en la noche.

Voy muriendo a plazos y no rezo
(aunque tengo sed del tiempo sustanciado)
y ganas de beber de alguna fuente.

Huyo del bozal que tira del asno y del molino,
sin remediar dolor ni causalizar
la sed contínua que yo siento.

Mi mundo teja abajo es lo que quiero,
seco y amargo mi mundo:
la masa de reposo,
mi fuente, nexos de gravedad,
mi amparo.

8-11-1979

<>

Que ni postre ni narices

¡Que ni postre ni narices: los dioses
que se queden, teja arriba
y que no me sofoquen teja abajo!

Sean campos de electrogénesis,
reserva de mi ira
y la energía, medida
de mis físicos impulsos.

8-11-1979

*

UNO EL APELANTE, ¿QUE PUEDE?

A Orestes, arquetipo del rebelde de Esquilo
Uno, ¿qué puede? si lo han robado.
Han quitado la justicia que creyó tener,
la certidumbre. Uno está preocupado
hasta las nachas, creyendo ser libre,
siendo esclavo, creyendo ser trascendente,
aunque lo vapulean en raseros del tiempo.

Uno está tejido en las horas
en aras de proyecto y, al final, se da cuenta
que su tesoro está perdido, que lo hallará
la muerte sin un carajo en las manos,
sin perdón en boca, sin ganas de ser bueno.

Uno ha perdido la libertad y la verdad.
Uno es pobre apelante en el tribunal
de las palabras, las esencias y el sentido.

Uno, ¿qué puede? acaso presentarse
como leguleyo, o ser-acompañante
más canalla, abogaducho de afilado colmillo
y esperar gato por liebre, fiarse de que habrá
de prepararse una disponibilidad,
de quién o qué carajo a darnos el consuelo
por el hurto, o compensación ya devaluada
de lo hurtado... ¿Qué se puede,
si acaso, disimulo de agonía, perreta
ante ese final que vendrá,
mostrándonos sus dientes con mueca de burla?

Caso perdido. Y vuelve el apelante
a vivir de lo que se dice,
«se opina» que hicíste
el ridículo y eres una comidilla, sotta voce,
del fracaso... y uno va y se distrae
con lo que halla.

Se va al cine por estar oscuras,
se va a la taberna para atontarse a licores,
se va a los triunfos de otra gente, Don Nadie,
nunca éxitos de suyo.

Y la muerte, en vela, siguiendo tu rastro y alegando
«el proyecto definitivo yo lo doy. Tú muérete.
Admite tu destino. El hombre es
ser-para-la-muerte».

Pero para morirte bien, te vuelves obediente
y, en el peor de los casos, implorante.

Salíste a ver en qué mundo has vivido, rodeado
de ladrones, putarracas, ídolos, hipócritas,
embusteros de mil colores y los perdonas a todos
antes de echarte de narices en la cura del ser
y hacerte pastor del ser, alegando que es empeño
de conocerte a sí mismo y a los demás...

Uno, el implorante, ¿qué puede?
ahora que dice que los entes son inteligibles,
el último escondite de la verdad / Verum /
y del ser y el sentido y la angustia.

Ahora que sólo un dios puede salvarnos,
uno se mete en la poesía, reinvindica palabras,
movilidad, historicidad y relaciones,
se caga en las mugres de la temporalidad fija
y el proyecto arrojado y la estaticidad.

¡Como quiere uno lo abierto como si fuera
el agujero de la fosa, cómo quiere uno el esqueleto
en caída libre al seno el misterio, en medio
de los fuegos artificiales,
tan indiscretos de la Lichtung.

Uno quiere iluminarse sin absoluta historicidad del Ser.
Uno quiere el fundamento infundado de todo aparecer.
¡Pero está angustiado todavía, irremediablemente
angustiado todavía! Uno, ¿qué puede?

23-8-2002

*

Soñar el oculto resplandor

«… cuando ese sentimiento [de lo onírico] cesa es cuando comienzan los efectos patológicos, en los que ya el sueño no restaura, y cesa la natural fuerza curativa de sus estados»: Federico Nietzsche
Soñar el oculto resplandor,
es ir ida al templo en cotidiano rito de reposo.
Este quehacer de la noche, me cita con la luz
y el Dios del Sol, que es vida cósmica.

Restauraré mi sueño en esta edad sin círculo.
Cuando no haya más luna que el alarde de los cuerdos
que se disfrazan de falaz coherencia, sin lógica
que les justifique ni en el alma ni en la carne,
invocaré a Apolo, dios del arte.

Me uniré a la bacanalia de la noche
con mis hermanas que invocan a Dioniso.
Tendré, por llave hacia sus puertas,
dos sueños de los míos, el más solar
y el más nocturno.

Restauraré esa memoria
(porque los sueños se apagan por insuficiencia
de amor y gratitud con el mundo, por resignados
que estamos a la prudencia tonta
y al no ser comunicantes).
Voy a desatar ríos del rico plasma etéreo
cuando sueñe esta noche.

A mi memoria bajaré como a un abismo
y pediré visiones y metáforas y símbolos
y con gloriosas sonajas, o sutiles voces,
vida suprema, intensidad del espíritu
que no engañará por capricho.

Códigos tiene que son eternos, subterráneos,
primiciales. Bruta abundancia, quizás.
¡Dejad que el soñador haga su parte y no olvide!
pues el sueño es sincero y se posiciona fielmente
en su noche, te engancha y no encubre del todo
las urgencias básicas de lo real.

3-11-2000

*

¿Para quién es tu canción?

Canta el hombre. Que tal varón haya
y hembra que escuche exista, el dueño
del poema, la cítara, la lira, su proyecto
de música y de flauta, su memoria
de la Musa que lo hizo nacer.

Orfeo tiene la dulzura de los hombres
que a las bestias amansan, duerme
los perros bravos, calla sirenas y trinos
en la mar y en los aires. En lagos
de duplicidad y alharacas; él sobrevive
al dualismo de las cosas.

Con música se disolve la epifanía desfigurada
y el pavor. Que no muera el cantor
que por amor a los infiernos baja.

*

Herederos de la lira

a Maruxa
¿Para quién es tu canción, hijo de Apolo,
heredero de lira? ¿Para quién la ternura
y la fidelidad, para quién la dríade
que se muere mordida a los pies de la serpiente
y a orillas de los ríos de Tracia?

Responde, Orfeo, porque tendrás que aprender
que las dudas matan y el que canta, si deja
su función, se pierde en infiernos mundanales.
Lo escarnecen los insultos de la tierra y el celo
de las hembras en deliquio, hechizadas.

Detuvíste tu canto, de repente,
y la rueda de Ixión no se detuvo.
La rueda siguió moliendo un corazón en la venganza.
Se agotó el hombre que empujaba la roca
de su causa. Desfalleció, como Sísifo,
en tristeza por la pendiente hacia el abismo.

*

Canta líricamente

Canta, hijo de Calíope.
Pasa tus dedos por la lira
porque los mortales te escuchan y descansan.
Responde a quién va exactamenten tu canción.
Prueba tu amor. Un perro duerme
porque en suburbios de la muerte
das reposo. Dí que cantas por los vivos
y los muertos, no sólo por la esposa
que te ama. Haz un canto social
en los montes eleusinos.

*

Canta desde el gozo y el sufrimiento

El hombre canta y esa es la verdadera pederastia.
Que haya un padre que le diga al hijo,
Talla la lira, con magia de los dedos,
cohabita en el misterio de los cantos.

Canta por el ensordecido por los truenos
que matan; musita tu respiro hasta las tumbas
del caído; entre la gente pestilente,
enferma en hospitales, en presidios,
en exilios, en las iras del hampa,
ofrece el sortilegio más dulce de una cítara,
la voz más inspirada de tu alma.

Canta, desde el drama interior
del sufrimiento, canta, poeta,
porque el dolor se repite
y prohíbe la alegría.

Dínos agriopemente la amargura
del amor perdido, ablanda el corazón
de los demonios; define la tristeza
para que puedas salir del agujero
que te tiene cautivo a su capricho.

Citaredo, no seas cobarde.
Si no vas a cantar, muere por amor
y no maldigas los dioses.
No golpées con la piedra el don de la alegría.

No escandalices con esa vibra horrenda
de congoja. Se está marchitando la cumbre
del Pangeo, se va secando el prado
sin canciones. Canta otra vez
el canto social y humano del que sufre.

12-03-1986

*

La muerte de la esposa

Murió como un gusano que trepa
a su penacho y se detiene.
La devora un lagarto verdinegro.

A nadie tengo aquí porque llueve en la sombra
y en mi paso. Y todo es un camastrón selvático
que depreda la voz con que lamento.

Las bestias huyeron y hablo solo.
Grito a los muertos y, en candelero,
está mi aliento únicamente
y mis ojos ávidamente perceptivos
ante la rica gratitud del todo
al filo del alba y el olvido.

7-13-1980

<>

La nena quiere candela

¿De qué candela quieres tú, bobarra?
¿Sabes quemarte con ambición bien inspirada
irte, temeraria al fondo de vulcano
procesarte en las transformaciones,
hacer forja en la energía del día
y flama viva en la noche?

«Dáme candela, candela»
¿y de qué Fuente de Poder la quieres
si mi fuego es creador y al bobarrón
lo destruye? Estas no son pilas de EverReady
ni para conejitas arde la mecha de contacto
por los clubes Bunnies.

Estoy hablando del fuego de la fe
que se prueba, de rayos ígneos
que te suben del coxis
y llegan al corazón más poderosos
y se escupen como amor por la boca
sin necesidad de tanta cantaleta?

¿De qué candela quieres?
¡No creo que sea mi fuego!
«¡Candela, candela!»

08-07-2003

*

La aniquilación del diferente

No es por falta de neuronas que hay gente
que parece diferente y que, por oprimida,
rechaza lo que alguno llama el Ideal de Mundo,
el Status Quo, revelación de lo que prevalece,
domina y debe ser éticamente incuestionable.

Saberse diferente es el primer paso especulativo
para abrir el Saber Absoluto si de veras existe
y el rebelde ha descubierto que no.
Tal vez existe; pero nadie conocido
lo tiene. No hay vacas sagradas
en este aquí y ahora provisional.

Hay sólo un grupito de canallas felices
ante los cuales se urge diferenciarnos.
Esa es la verdadera esencia
de hacerse diferente: evitar que ellos
vengan, por sus estúpidos fueros,
a aniquilarnos.

*

La rebelión jubilosa

a Dioniso: el dios trágico

«With him [Zeus] followeth Dikê (Justice), as avenger of them that fall short of the divine law; and she, again, is followed by every man who would fain be happy, cleaving to her with lowly and orderly behavior; but whoso is uplifted by vainglory, or prideth himself on his riches or his honors or his comeliness of body, and through this pride joined to youth and folly, is inflamed in soul with insolence, dreaming that he has no need of ruler or guide, but rather is competent himself to guide others»:
Plato, Laws 715e
Uno de los rebeldes que conocí, me instruyó
en torno a las prácticas del júbilo,
secretos que la existencia guarda /
si por bien somos humildes,
generosos, naturales danzantes, cantadores...

El secreto de estos rítmicos ditirambos
se vale como drama sentenciosa:
«Que lo que sea el orden divino del mundo (Dikê)
lo busquemos a flor de tierra», oyendo los viñedos,
descubriendo no sólo amaneceres,
también la noche y lo oscuro.

Puede que haya que estar muy cuerdo
(a fin de buscar eso que proclama
a la conciencia kairológica),
superación interna para lo Trascendente,
pero yo lo quiero, sí,
con algo de regocijo, arrebato,
pasiones, no a lo Kant, no a lo Fichte.

Quiero un dios loco en quien yo vea
a mi niño, dios que cante y toque flauta o lira,
o unos tambores, y que no me converse
sobre el sistema del saber absoluto.

Sí de amores concretos, cotidianos,
accesibles, ante los cuales Tijé / Moîra /
sean dos palabras para la Dicha y la Ventura
dos canciones dionisíacas
sobre la Fortuna y el Destino.

*

El hombre regocijado

Las leyes no escritas con el corazón
se descubren. Los rebeldes las saben.
Parece que las han recibido por otorgamiento
de lo que sea Su Fuente.

Con las leyes humanas ocurre, lo contrario.
Parecen escritas para obstrucción.
No otorgan otra cosa que opresiones
y engañifas. Noción de que el conocimien6to
urge, como proceso indispensable,
el sufrimiento, el dolor.
la desesperanza.

*

La compañera imprescindible

De los modos trágicos de ser
yo escogí la rebelión y la única compañera
que la rebelión tiene: la esperanza.

Sin tan hermosa compañera
de lucha o de parranda,
¿para quién batalla?
¿para que robar al Olimpo
el secreto del fuego, rebelión
y discurso de la libre conciencia?

Nunca la compañera imprescindible
te mandaría a Troya, a batallas inútiles
ni pediría que salgas de Aulis,
del Puerto de Beocia, o quei abandones
la casa, siendo que ladrón viene y se asoma
y tu mujer se vuelve la tentación
de los más truhanes, traidores.

*

Bendición de Artemis

Si llegara esa compañera descrita por Sofócles
en Electra, lamenta tú también
que los jóvenes mueran en Troya.

Lamenta que se enoje contigo, Agamenón,
porque tienes la costumbre de matar animales
que son sagrados para ella.
No culpes a la airada Artemis.

Ella es Compañera imprescindible.
Si llegara, tal como es descrita por Esquilo,
no te jactes de que eres cazador competitivo.
Ni mejor ni peor que ella seas
en lo bueno y lo malo, lo humano y lo divino.

Ni la vida de tu hija Ifigenia
aplacaría la ira que ocasionan
tus blasfemia... ¡Mejor cuídate del viento
propio de tu boca huracanda;
cuida la plaga que nace de tus actos.

Si la compañera imprescindible
llegara y te dijera: «No zarpes con ejército alguno
ni te arriesgues a que mueran tus jóvenes»;
no zarpes ni mandes críos
al matadero, Agamenón,
Rey de Micenas y Argos.
Sé el compañero.
Bendice a Artemis cuando la veas.


Con largo alcance

Lo sublime de la rebelión es conciencia
de largo alcance. Al desmentir
la Ofensa Trágica, el rebelde
se da el derecho perenne a corregirse
(a preguntar si se ha equivocado, de veras,
o sólo lo acusan vanamente de perder la marca,
comer el pecado / hamartia / enojar
a la Até / atemorizante.

Todo el mundo ha ensayado el pataleo,
rabieta precoz de vez en vez
o el enojo fugaz, aunque no sea caprichosa
la perreta, pero trágico es
que siempre viene la despótica ética
de nicómacos del mundo
a hablar de errores diversos, razones
para poner falta... y te callan.

Te mandan a su Temible Marcador de Ignorancia,
culpa / remordimiento / pecado /
erradumbre / desvío / negligencia
porque en el punto inicial de la cadena causal
de Buenas Cosas y Obediencias
perdíste la paciencia,
la marca, el respeto
por quien es
verdadero soberano
y Dueño del Desastre
o, digamos, el Destino.

*

Cuando no se tiene ocasión de equivocarse

Y resulta que ante dioses nicomáqueos
sacerdotes de siete culos que siempre caen sentados
no importa cómo resbalen
uno no tiene el derecho a equivocarse
o a tratar una y otra vez la perfección
que vedan al intento, a tus actos.

Y sales regañado, así es
desde niño y ya viejo
y así se forma, no músculo con desafío,
sino callo carajudo para sumisiones,
cara de lechuga para desvergüenza
y muere el héroe transformado en poca cosa,
en mentalidad de bueno para nada
y, al final, por años en negación
e invalidamiento sicológico, comemierda
y falto de rubor y memoria brava.

No se afirma asertóricamente.
No protesta ni subvierte.

Todo el mundo ha ensayado el pataleo,
alguna rabieta precoz de vez en vez
o enojo fugaz, pero no vuelve a darlo.

Habría que cultivar
largo alcance revolucionario.
Dejar atrás neutralizaciones.

*

De la inocencia

«The meaning of true hamartia ... mistake of fact, that is, an act done in ignorance of some salient circumstances»: J. L. Moles
Cuando había una inocencia que no se castigaba,
también se cosechaba mucha más voluntad de desafío.
Te podías caer y levantarte y llorar no daba vergüenza.

... porque nadie sufre por el gusto o se equivoca
por quererlo meramente. Mas, cuando éramos
inocentes y no se castigaba, era tan compensador
si aguantabas el poquito de dolor,
o aún las caídas y muchos malos ratos, si...

Uno levantaba la mano
contra otros y hacía muecas y mofas y respingos
pero siempre amaba y tenía compañera
en el alma... hoy estamos solos y atemorizados
por la hamartia / por el sesgo trágico.

Y sabemos que no es
mera limitación del carácter / defecto
de conducta... ahora es algo místico,
causado por los dioses, algo por lo que,
en intensa / edípica / culpa / te sacarías
los ojos y no sabrías quiénes carajo
son tus padres o quien te habrá de perdonar
o llorar lo que hicíste.

Y este Error Forzado
ha sido oscuro y feo
y tuvo el nombre
de Até /
hibrys /
hamartía /

todo lo que pueda llevar
al parricidio, el incesto,
supremas iniquidades
por las que la condena
es la muerte.

*

El hecho trágico

¿Qué es lo que han designado lo Atemorizante,
hamartía, até, hybris,
el hecho trágico?
¿Qué ideología, so pretexto de la fragilidad
de los momentos de paz, abundancia, alegría.
y vida productiva y placentera,
quitará la certeza de que el mundo
tiene un sentido?

Pues, lo negativamente trágico y absurdo
es que creamos que a Prometeo haya que encadenarlo.
Que no habrá progreso humano sin Moîra
que lo permita, que hay que pedir permiso
y nunca robarse nada.
Que la raza de mortales no tiene
su corazón sublime
ni vestido eterno
ni esencia de futuro.

*

La felicidad es una osamenta frágil

... a Deméter enfurecida por la ignorancia de los hombres
Hay fuegos que el mundo no entiende
cuando se encomienda al miedo.
Hay una búsqueda del Fuego Perdido
muy distinta a la que se procura
para que no falte el fuego de la hornilla,
o la obsesión de hidrocarburos,
o combustibles tóxicos, estratégicos,
presuntamente imprescindibles.

Hay fuegos por cuya carencia
Deméter se disfraza de anciana,
deja sus lugares de seguridad,
orgullos si los tuvo, mendiga misericordias
y sufre y pregunta y, en el proceso,
se imputa que es Doso la Loca,
madre oscura, piromaníaca,
que no agradece hospitalidades
y siembra el terror en la casa de Celeo.

Ella es mensajera de bendición,
trágica bendición, sin embargo.
No es fácil que entendamos que hay hijos / hijas /
perséfones por buscar y buscadas
como quien roba el fuego
y que a veces nos corresponde ir a palacios del Atica
lo mismo que a campos inhóspitos, salvajunos
y buscar y desdecir pérdidas y extravíos
al afirmar que la felicidad no es osamenta frágil,
que siempre podrá vestirse
de túnica inmortal, fuego que no se apaga.

Es la esperanza / hija perdida
de Démeter, hija persefónica
de su per se
Veraces Ansias.

Cierto es qie hay fuegos que Matanira no entiende.
Fuegos que para admitirse hay que desafiar
la sombra de los fuegos y ser el niño Demofonte
entre brasas o ser como Abraham
quien detuvo su mano ante el holocausto.
Tiró el hacha del degüello,
su cuchillo y apagó el fuego falso
por esperanza del fuego verdadero.

*

De los menosprecios culturales

«Esto responde a un contexto de profundo racismo y desigualdad social, en donde el desprecio no sólo se da contra las personas si no también y sobretodo contra sus productos culturales, esto es lo que crea la diferenciación jerarquizada entre arte y artesanía, entre idioma y dialecto, entre música y folclore, etc., en otras palabras: nuestra institucionalidad artística responde a un patrón de dominación basado en la idea de raza»: A. Quijano
En la institucionalidad lógico-estética
de las hienas / éticos de risa boba
y discreta carcajada, persignarse
es el único arte para disimular
el sistema succionador, colmillos
sangrientos y bestiales,
el modus operandi de la clique
cuando la sombra avanza y la hora llega
en que se activan batallas y se da toque
de queda y ley de imperio excluyente.

Normas proceden entonces del Estado Imperante
y aquel que legítima, o censura o promueve.
Pobre de aquel que roba el fuego
de la diversidad cultural por sus reclamos
o sus necesidades,
pobre de su colección de arte popular
y de gestos de contracultura urbana.

Se invocará la diferenciación colonialista
y que cada uno se separe, tome partido:
uno habrá / la mayoría / sobre quien deberá esconderse
y humillarse frente al académico y poderoso.

A éste grupo conservador lo solapan,
magnificados sus méritos,
aplaudidas sus necias / predecibles / invenciones,
su arte limitado, convencional, circense:
artes escénicas, danzas / poemas /
habladurías discursivas
que ha heredado y no entiende.
Son sólo lujos de la clase y con ellos
se animan el ego y se juega
a las hipocresías con otros
los tal llamados
intelectuales «cultos»,
burguesía ilustrada.

*

De la Canción de Ullikummi

Sólo a la desmesurada finitud,
asfixia que anula y traga al que siente
la llamaré tiranía,
monstruo al que castra mi tiempo, mi cronía
porque soy rebelde como Teshub
y, en mis manos, se estremece
el olor de mi aliento y tiembla la cuchilla,
hoz con la que el cielo y la tierra
pienso que puedan ser separados de una vez
y las ondas vibratorias que de mí emanan
esparcirse, viajar sin que el monstruo Ullikummi
lo prohíba; sólo a la desmesurada finitud
preguntaré: ¿por qué no anhela
que sea posible y se vea la abertura iluminada
o brecha de luz entre el cielo y la tierra,
por qué quiere su cueva tapiada,
casa sin ventanas, sin plena iluminación?
¿Por qué no quiere libertad?

Yo, Kumarbi, rebelde los Cielos del Ano,
héroe trágico en lo oscuro del culo mesopotámico,
cortaré lo que tenga que cortar.

Lo haré por la majestuosidad del cielo
aunque mi padre falaz salga castrado,
aunque se ordene que me saquen los ojos
o que buitres me coman los hígados.

03-09-1981

*

Me llamaron el castrador

... y lo hablan / aquellos que,
por trágicos, / se han sacado los ojos:

Carlos López Dzur
Sker, me llaman, el que corta genitales
porque hiere la piedra y en caverna maciza
forma su ventana / agujeros y «cortar el cielo»
de la Urania y lo mira (no compadecido
ante genitales paternos ni auto-aludido por venganza
o prejuzgado porque se trata
de Urano antropomórfico).

Ker / corta-pene, des-cojonador del monstruo
IN-PENE-INMERSO, IMPENETRABLE,
te invoqué en aras de pedir que seamos sinceros.

Para de este modo alojar pensamientos
y echar fuera la energía oscura, la tiniebla.
Preguntemos: ¿por qué no te llaman
Quien Abre la Luz,
Quien acomoda la madrugada en cueva compacta,
predios de natural posibilidad
en lugar de escrotos blindados de hybris / demasía /
en densidad de abusón / hijo de la chingada /
atemorizante de ATE / y que por mañas
o macharrerías no permite
que ni en el éter ni electrogénesis de Eros
se desplace la consciencia vibratoria
de mi vida. Alguien se come mi Aura,
colores de mis voltajes y celeridades múltiples.

Ni longitudes de onda dejan para mi libertad
desde que dispuso la Némesis.
Nací con Guadaña de justicia
el duodécimo día del Hekatombaion
y es mi cronía que sea quien coseche
para la edad virtuosa:
la no acumulación, el límite
del hybris, disolución
kármica de Até.

*

La extensión del karma

De los modos trágicos de ser
yo escogí la rebelión
y la sencilla y única verdad que el karma
patrocina cuando da destino, esto es,
circunstancia de vida, espacio, cosas...

Ya me armé de Guadaña en Era Virtuosa
de la eterna Urania. Y dije: Mi padre es
mecanismo poshistórico, me recela.
Sólo Tres Crónidas pueden ser mi origen.

A quien llamaron mi progenitor
veo que envía su hibris,
residuos de sí como némesis.
Transmite tradiciones emisarias
que ya no saben ni qué prohíben
ni qué apoyan ni qué creen
ni de qué rayos se espantan o mearán
espantar siendo su orín, esputo.

De hecho, se debe a la institución de lo Trágico
como el griego la entiende, que yo reniegue
de presuntos castigos de dioses
a límites supuestamente cruzados
por quienes son mortales.

En mi cronía, mi Padre / Madre bueno
es el karma, mi Kronos / Skeres / Ceres /
y siguen presidiendo la Cosecha.
Son y fueton y serán siguen Mi Patrón,
mi jefaza de la Edad Dorada,
mi fiesta anual de Hekatombaion.

Mi karma se extiende como la abundancia
de acopios y hermosos frutos
porque mi karma no es castigo.
Es lote de Moiras. Lo que me toca.
Uno de aprendizaje, sudor, labores, raíces;
otra porción es dichosa, otorgamiento, apertura.

¡Qué destino de karma dan mis Tres Madres
de Energía / madres / edades / crónidas!
Bendito el rebelde que comprende
los éteres pensantes del destino:
su cosa, su espacio, su persona
porque nunca conocerá carencia
ni locura y mantendrá
la herencia de la familia
entre fieles.

*
Tu vida pensante acumulada

«Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco»: Eurípides
Te llamaré el rebelde cósmico, rival
de enorme densidad de Monstros herméticos
y perturbaciones que aquejan
a Genéticos Locos.

En espacios intermolecularres, allí
donde los infieles habitan y se vuelven cavernarios,
los víste y escuchaste. Se dieron golpes de energía
y van sonando panderos y ensuciando la luz
que la Mañana guarda y dijeron:
«Acábese el Futuro del Hombre;
no daré a mi hijo lo que tengo /
porque yo soy más sabio».


Y, por eso son a los que combates
y predices enfermedades muy graves.
Va a costarles mucho la dureza desmensurada
con que juzgan al prójimo y sus generaciones,
va a costarles que trasmuten pensamientos
que han convertido en mentiras perpetuas.

La forma pensante de enorme densidad,
que es su mentira, a éteres sutiles
son como caos, mutuos depresores.
Acumulado ha sido
como destitución inconsciente,
quanta que viaja, golpes de látigo,
subconscientizando el dolor.

Miente a la vida propia, miente a hijos
de la Noche y del Alba.
Por eso estas situaciones,
recuerdos, actitudes, venenos interiores
gat en el plexo solar.

Son puñaladas, no son alegrías.
En lo profundo, no programan,
sabotean vida pesante acumulada
de éteres linfáticos, sutiles,
los congestionan con tumoraciones,
fibromas, desórdenes de ser
y desprograman a locos, trágicas criaturas
descritas por Eurípides como aquellas
a quienes Dioses falsos
pretenden destruir
en las cronías del mundo.

*

De la densificación de la mentira

«La divinidad tiende a abatir todo lo que descuella en demasía»: Heródoto, Historia viii.10

«Chorus: How then shall we rightly address you?
Dike: By the name of Dike, her who is greatly revered in heaven»:

Aeschylus, Papyri Oxyrhynchus, Frag.
282
Este es el monstruo que se predijo
en Canción de Ullikummi y contra quien
Teshub afila la Guadaña y Cronos, el cuchillo
castrador de pedernal filoso, monstruo
es y Engaño Denso, o Mentira Tapiada.

Este es el hybris de la Desmesura
que produce desprecio temerario
entre el Rebelde y él.

Como lo describe el corifeo de Trágicos antiguos
lo declaro, como en la Antigua Grecia:
la mayor parte de los dioses son falsos
o meros varones que perdieron el control
sobre sus propios impulsos
y en pasiones exageradas se arrojaron a Até,
a cada furia del desastre y del orgullo.

Y bajo la zona pelviana, la mentira
y el orguilo se hieren
(ahí se castigará la densa fuerza pensante
de hibris, escombros de Gracia,
frutos perdidos, oscuras vasijas rotas sin luz.

En el centro sacro o esplénico o kundaliínico
el Rebelde Castrador del cosmos
hundirá su cuchillo contra Urano
y cortará y rescatará a karmas sucesivos.

A quien se come los niños crudos
por más padre de edades y tiempos
que se crea, el cuchillero adviene
y corta y castra y le pone
una piedra en la boca
y lo obliga a vomitar
y a cagar parado.

*

De la naturaleza trágico-dionisíaca de la historia

Dios / como Dioniso / o cialquier avatara
viene cuando le da la gana.
Entra al mundo y al hombre sólo cuando le place
y no le importa que le digas: «No vengas».
No oye consejos de nadie.
Se mete a las prisiones.
Se goza en la cantina y sale del bar enterito.

Echa sus pláticas con quien menos lo quiere.
Se da nombre de granuja y predica el dolor
o el regocijo. Se alegra de quien consuelo adquiere
en medio de su razón a ultranza, el vil racionalismo.

La fe se manifiesta cuando uno la comprende.
A veces, no sé cuántas, lo divino es terror manifestado.
La tragedia misma. La situación-límite.

Si el cura que lo predica es pedófilo, o villano
que esconde la sotana y folla con mujeres, El calla.
El no se mete al mundo por razón del majadero.
Los pendejos y los criminales delinquen.
Y el mal en el mundo sigue su explotación perenne.

Uno, sin embargo, descubre algún consuelo.
Tropieza y se va de bruces y, al final se levanta.
Uno dice que no hay dolor que dure para siempre.
La vida que recordamos es corta y se acompasa
como mambo; hay tan hermosos abismos y placeres
que uno se tira por ellos, se ríe y danza.

*

Absorbo mucho dolor

Absorbo mucho dolor, mucho dolor.
Tal vez es mi lugar / espacio,
seguro es la vida para la que nací,
ciertamente, el Yo
que todavía sobrevive.

Habría preferido un punto
que sea casi el vacío, un punto de luz
y la cósmica alegría que vuela como rayo,
ser que no sabe de su precariedad.

Pero aquí estoy, lugar / espacio /
y amplio y sólido, contingentemente
consciente del dolor y esperando…

13-7-2000

*

El presente ido

¡Quiero que me halles, o me pierdas, Sorge,
porque te llevo conmigo, coexistente
de un ala, comundana en el trino!

Acepto lo que traigas, trágico o fiel.
Es del modo que soy para no herir
o herirme. Que venga tu ya-sido
(tiene pasado duro, complot de sombras)
y tu presente-ido de mis manos
no me duele. Con él te has marchado.

11-9-1981

<>

Me llamarás

a Linda Metzger
Cuando quieras puede echar tu puño
sobre la tierra y cosecharme.
Mi planta ya dio el fruto.
No lo juzgues en mi presencia
frente al fango. Van a decir que no agradecí
la semilla y no es cierto; van a decir que
descuidé las raíces. Busqué el agua,
te amé como una hormiga puede,
me arrastré hasta subir hasta mi propio tallo.

Esta cabecita loca ha echado hojas
y las trepado al sol con la fuerza que puedo.
A veces pensé que la luz me sofoca
Y, en el mareo, caigo a los suelos,
a la noche, dolido.

Cuando quieras, llámame.
La noche me ha sorprendido casi muerto.
El sol no ha penetrado al patio donde yazgo.
Una plantita enferma de cansancio.
Una vida, con seco fruto, muy sediento de luz.

15-8-2000

*

Dioniso y los dioses terrenales

a Joserramón Meléndes, poeta boricua
Comulgo con los dioses terrenales.
Sorben su aroma grata del hidrato.
Auxilian los carbonos de los hombres.
Que quieren cuerpos sólidos y diáfanos.

Nos ofrendan un joropo de Tlaxcala,
de genuino ixcacihuite
y un tapiz de Chiautempan
para hilvanar con sol
la hoja, el tejido leñoso, la flor
para las manos, el talle, el alma.

Quien me abraza con el regocijo
de saberme la envoltura celular
del mirto, chupa de mí
esperanza y canto.
Quien se acuesta en mi seno,
mi mujer es de oquis, un regalo.

19-1-1990

*

La voz salvaje

A Dioniso, hijo de Sémele
Olvidarme de mí mismo
¡eso quiero! Abrir las venas del subjetivo lamento
¡eso quiero! Olvidarme de mis inicialidades
y mis representaciones, desafiar a quien reparte
los destinos, fluir naturalmente como un río
crecido entre rígidas Moiras, que no piden
más ádyton que las yerbas que tapan el hoyo
y que no tengas ojos abiertos, sino el gran amor
que ofrece mucho más que algo, el rumor del río,
la música de la que nazca el Ditirambo.

Olvidarme de mí mismo, estar en la noche
con los campesinos, festejar la vendimia
que el alma cosecha con antorchas
¡eso quiero! procurándose un grito y una danza
y una ebriedad caníbal y un sentido común
disparatado porque ya no hablas tú,
comportamiento diseñado, habla la ausencia
de palabras, habla algo afuera de lo representado
¡eso quiero! olvidarme de mí mismo.

12 / 08-1986

*

Bendita la divina rebelión

Bendito es el que tiene ménades /
internas servidoras, voces de luz
que orientan y, más socialmente,
aquel que tiene quien lo adore,
respeto entre báquides.
Sólo de ese modo se comprende que ha nacido
divino / aunque el mundo lo niegue
y le hagan mofas como si fuera
el pendejete que renca, ridícula y burramente
por las calles. Un payaso. Un loco.

Pero, corazón de Dioniso, carita de Bromio,
que los desaires te sepan igual.
Irónico socrático: eres sagrado,
repudiado en Atenas o prohibido por Washington,
censurado en Irán por ayatolas o hecho picadillos
por integristas islámicos, eres divino.
Vales en Macedonia, clandestino,
vales en el corazón de las mujeres
y en la conciencia profunda de los pueblos.

Si ellas que dan la vida con sus alumbramientos,
te aman, son tus adoradoras, siervas tuyas
como ménades, ¿quién negará
la divinidad a tu rebelión?
¿Quién que impida la mutta de júbilo
cuando vuelvas a la tierra que te vio nacer?

*

¿Cuál es el reclamo?

¿Un trono? ¿Un cetro / nicho / espacio
de poder? ¿Crees que eso quiso o pide,
tras tan largo peregrinaje?
¿Que no sabes lo que un varón
de tal corazón extendido o una niña,
su hómonima, quiere?
¿Que no entiendes el por qué
vuelve a Tebas?

Regresa porque los rebeldes son reyes
en sus raíces; en rigor y en principio,
en causa y derecho, el reino
que les toca es Destino, lote de Moiras
y él nace en un punto
(llámese Tebas, o Valle del Culebrinas,
Mirabales o el culo del Pepino)
al que quiere volver, así cierra el círculo
de la antigua partida
y se extiende porque el séquito de Bacantes
va consigo y ellas cantan el nombre de Sémele,
abejita del dulce fuego, reina organizadora
de las mieles y el trono es ése:
la Tierra-Madre, el culto de la luz
y la rebelión manfiesta contra los demonios
(casta cadminia, colonizada, nihilista
forjada por Penteos contemporáneos,
ruines suplantadores, incrédulos posmodernos),
que van desacralizándolo todo.

*
Venganza no. Justicia'

«... elegiré doce jueces, que a la vez que sean irreprochables en la estimación de la ciudad, y estén vinculados por juramento, y los constituiré en tribunal para siempre»: Esquilo al describir el Areópago de Atenas
La condena automática en castigo a la culpa
es el juego de un aparato salvaje de (in)Justicia:
las Erinias, dijo Apolos, abogado de Orestes.
Descríbase así la vengaza de sangre,
«treta» de hienas, goces de dioses mentirosos.

Derecho a la venganza
que no lo tenga nadie mas que lo juzguen
jueces, sin la implacable viejas leyes
de las Furias. No te amilanes, Atenea.
Deja que ellas canten al unísono
el désmios hymnos
según despiertan del vaho de sangre
y su olor en el aire.
Cerrada está su conciencia
y aún no despiertan al trato
y comprensión de los suplicantes.

*

Las Erinias

Como un perro de lujo, con sutileza esquiva,
jaurías experimentadoras se fijaron
en el misterio de los niños,
el ser de los mellizos y los medio-ser del enano.
Adujeron que buscaban cualidades,
cosa concreta y algo, símbolos objetivos del ser.

Diagnosticaron a mujeres y llamaron sus partos
nauseabundos y, contra llanto y súplica,
las esterilizaron; se inventaron males in absurdum
y castraron a maridos rezongones,
a don juanes que halagan en la cama,
a macharrones, medio-simios, resistentes,
recios de boca, pero insaciables
con músculos viriles; compararon a hambrientos,
al judío con arios hiperbóreos y explicaron
la hipotermia, creyendo que tendrían
la posesión del mundo, a través y por medio
de todos los objetos, la materialidad
del algo como algo.

Se inventaron la belleza de caderas anchas,
piernas delgaditas, la Venus nazi, pálida, heroica
como santa del Valhalla y siguieron, en nombre de la ciencia,
aprehendiendo sobre las cualidades perentorias
cimientos de biológica eugenesia.

No contaban, en vano, las horas.
960,000 judíos habrían de asesinarse
en Auschwitz y el reloj, a paso acelerado
de botas militares, del hospital de la Barraca
a la cámara de gas y el crematorio.

1-8-2003

*

La erinia inquisidora

Si te hallara oliscando mis pisadas, te asesino.
Eres lo que había olvidado: araña que me escupe,
bala rasa que regresa a herirme.
Se ama mansamente, así yo amo.
Tú no. No dialogas, sólo escarbas
viciosamente mis entrañas.

Lamíste mi tristeza con veneno
y mi rabia como quien cura la herida
y luego olvida. Mas ya no es posible.

Hoy no tengo miedo de tus ojos acusadores.
En tu hocico está mi sangre y de tu cola cuelgan púas
y garfios y ortigas. Huyo de tí, tan sólo por cautela.

Tú eres quien me buscas. Yo te dí por olvidado.
Armado estás de colmillos y vas contra mis herejías
y los recuerdos dulces. Un rebaño de vándalos oscuros
es tu presencia. Será mejor que te vayas.

Si te dije véte, lárgate. No vuelvas.
Aprendí en el camino muchas más herejía.
[Puede que vengas por un límite: mi cero tolerancia].

3-11-1980

* * *

Parte Tres: EHE
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